Institucionalidad universitaria

U. de Chile cuenta con nueva normativa centralizada para sus diplomas y cursos de educación continua

U. de Chile cuenta con nueva normativa para educación continua
Para la directora de Postgrado y Postítulo, profesora Laura Gallardo, el plantel da un nuevo paso con esta nueva institucionalidad.
Para la directora de Postgrado y Postítulo, profesora Laura Gallardo, el plantel da un nuevo paso con esta nueva institucionalidad.
Durante el año 2023 las y los alumnos de programas de educación continua de la Universidad de Chile superaron las 31 mil personas.
Durante el año 2023, las y los alumnos de programas de educación continua de la Universidad de Chile superaron las 31 mil personas.

Luego de la creación de la Subdirección de Educación Continua el año 2019, la Universidad de Chile da un nuevo paso para el fortalecimiento institucional de esta creciente área formativa del plantel. Se trata del Decreto Universitario 27.670, el cual se constituye en la normativa general de este ámbito del quehacer universitario.

Aprobado en agosto del 2023, este decreto y su aplicación mediante el instructivo N°37/2023 del Departamento de Postgrado y Postítulo, “surge de la reflexión colectiva de las unidades de Educación Continua de todas las facultades e institutos, convocadas por la Subdirección de Educación Continua, quienes discutieron durante los años 2021-2022 sobre la necesidad de contar con un marco normativo que regulara la implementación de estos programas académicos”, explica Patricia Rojas, subdirectora de esta área alojada en la Dirección de Postgrado y Postítulo de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos (VAA).

Para este proceso, cada unidad compartió sus experiencias, desafíos y aprendizajes. “La normativa surge desde el trabajo reflexivo de las comisiones de trabajo de los representantes de educación continua de todas las unidades académicas, quienes elaboraron propuestas e identificaron los elementos conceptuales y operacionales fundamentales para un primer marco.", relata Patricia Rojas. El decreto, en este sentido, responde a las aspiraciones de las unidades académicas y recoge las realidades locales, “coincidiendo en la preocupación por el aseguramiento de la calidad y el crecimiento sostenido que en los últimos años ha caracterizado a estos programas de manera transversal”.

Para la directora de Postgrado y Postítulo, profesora Laura Gallardo, el plantel da un nuevo paso con esta nueva institucionalidad, pues “la formación a lo largo de la vida es parte de la actividad académica de la Universidad y la misma tiene un creciente número de interesados y participantes. Solo en la última década se empezó a aquilatar esta dimensión y la misma ha tenido un desarrollo muy acelerado en nuestras unidades. Ello ha hecho necesario normarla y avanzar hacia la implementación de medidas que aseguren su calidad. En otras palabras, la educación continua se suma a la formación de pre y postgrado de la Universidad y es consustancial a la U”.

Aseguramiento de la calidad y nuevas categorías

Durante el año 2023, las y los estudiantes de programas de educación continua de la Universidad de Chile superaron las 22 mil personas. Esa cifra anual viene en un alza sostenida desde hace más de una década, fenómeno que da cuenta de varios factores. Por un lado, “el reconocimiento y valoración del prestigio institucional, pero también refleja que la educación continua se constituye como un espacio formativo necesario, altamente demandado por su contribución al perfeccionamiento profesional y desarrollo laboral”, indica Patricia Rojas.

Con este antecedente -el crecimiento y los logros de la Educación Continua en la Universidad de Chile- es que el plantel ha “impulsado institucionalizar esta actividad, conforme lo señalado en las observaciones de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) durante el último proceso de acreditación”, que lo dispone como parte de la actividad académica. De esta manera, “tanto el nuevo decreto universitario sobre diplomas, emitido por la Vicerrectoría de Asuntos Académicos, como el instructivo del Departamento de Postgrado y Postítulo, representan acciones concretas y coherentes con la regulación de esta relevante actividad académica”.

La normativa establece una distinción entre los tipos de diploma y ofrece, por primera vez, una definición de lo que institucionalmente se entiende por Educación Continua, es decir, una actividad que tiene como propósito fundamental la actualización, perfeccionamiento, profundización y actualización de conocimientos y competencias para el ejercicio profesional o laboral. Todo esto, a diferencia de los Diplomas de Extensión, cuyo objetivo guarda relación con promover una vinculación pertinente de la Universidad con los requerimientos y desafíos del país y sus territorios, así como favorecer su desarrollo sustentable e integral, y el progreso de la sociedad en las diversas áreas del conocimiento y dominios de la cultura. De este modo, los Diplomas de Postítulo mantienen sus características y requisitos de ingreso, incluyendo un título o grado académico.  

A estas tipologías se suma la definición del Diploma de Desarrollo Profesional, categoría que abre las puertas al reconocimiento de aprendizajes previos, y al que podrán optar personas con trayectorias laborales que no necesariamente cuentan con un título profesional. Para estos programas, los alumnos deberán contar con experiencia laboral, profesional o aprendizajes previos, que será evidenciada en el proceso de reconocimiento por parte de la Unidad de Educación Continua.

Finalmente, la normativa introduce mecanismos de autorregulación interna, como lo es la aprobación del respectivo consejo de facultad para los Diplomas de Postítulo y para los Diplomas de Desarrollo Profesional y Laboral. En tanto, para otras iniciativas breves de educación continua, incluye la aprobación de la Unidad de Educación Continua de la Facultad o instituto. Asimismo, entrega lineamientos para el diseño académico, la emisión de certificados y criterios de aprobación, todo esto como esfuerzos para el aseguramiento de la calidad.

Este hito marca un avance crucial para integrar la calidad académica y avanzar en la definición y establecimiento de estándares para todos estos programas, dada la distinguida reputación institucional y la acreditación máxima que ostenta nuestra institución”, agrega Patricia Rojas.

Educación Continua y novedades 2024

Como parte de la entrada en vigencia de este decreto universitario, la Universidad de Chile contará con un registro centralizado de todos los programas de educación continua, es decir, de Diplomas de Postítulo, Diplomas de Desarrollo Profesional y Laboral, y de todas las otras iniciativas de menor duración, como cursos y talleres. Este esfuerzo, señala Patricia Rojas, “se nutre de la colaboración con las unidades que desarrollan la Educación Continua, pero -al mismo tiempo- estrechando lazos con diferentes áreas de servicios centrales para que la información sea precisa, actualizada y disponible”.

Recientemente, en la reunión de Subdirecciones de Educación Continua del mes de abril, se presentaron los resultados de la primera caracterización del alumnado de término de este nivel formativo y los datos recolectados a partir de una encuesta de satisfacción del proceso formativo de las cohortes 2021 y 2022, instrumentos confeccionados para conocer las expectativas, características y experiencias de las y los estudiantes. “Consideramos que esta valiosa información permitirá a las unidades un proceso de toma de decisiones basado en evidencias”, señala Patricia Rojas.

En esa misma reunión, además, se presentó el Diagnóstico Institucional de la Educación Continua de la Universidad de Chile, y se socializaron mejoras en procesos operativos, como lo es la actualización del directorio de coordinadores y/o responsables de todos los programas de Educación Continua y el nuevo formato para el registro de programas.

“Estas reuniones planificadas durante todo el año son espacios para presentar avances en diferentes temas relevantes para la educación continua y para el intercambio de buenas prácticas entre todas las unidades representadas, siendo siempre el norte la calidad y la pertinencia académica de estos programas, de modo tal que toda esta importante actividad se nutra y de cuenta de nuestro Modelo Educativo y se alineen con el Plan Estratégico Institucional”, cerró Patricia Rojas.