Sala Juan Egenau:

Una mirada sobre el habitar la calle en "Resistencia Silenciosa"

Una mirada sobre el habitar la calle en "Resistencia Silenciosa"

Instalar una reflexión sobre la situación de indigencia como último recurso de sobrevivencia y existencia, es lo que busca Rodrigo Goenaga con la muestra Resistencia Silenciosa, que propone una mirada sobre el habitar la calle como lugar de alojamiento; como resistencia a la expulsión de un sistema; como situación de des-borde y como una marginación expuesta como parte del paisaje urbano construido.

Para ello, el artista exhibe siete cuerpos en escala uno a uno, trabajados con cartón reciclado y dos carpas de camping construidas con mallas mosquiteras, dentro de las que se encontrarán dos cuerpos traslúcidos realizados con malla harnero. Eso, sumado a la iluminación, proponen un conjunto de solitarios cuerpos, que darán lugar a un paisaje urbano.

“Mi producción de obra se ha caracterizado por abordar el espacio como recorte desde una mirada escultórica, fragmentos de espacios aparentemente vacíos trabajados matericamente. Desde el proceso constante que asumo como entendimiento en mi producción visual, fue surgiendo la necesidad de evidenciar la presencia del cuerpo, principalmente como memoria. Así he ido desarrollando mis últimas obras desde la memoria del cuerpo, utilizando variados materiales o superficies contenedores de él”, adujo el Licenciado en Artes, mención Escultura y Diplomado en Iluminación.

Es así como el contexto de la indigencia lo motivó utilizar en sus obras la situación de exposición del cuerpo horizontal sobre el pavimento, el cuerpo cubierto en la intemperie, lo íntimo expuesto como parte del paisaje. Utilizando como materialidad  de la obra, cartón reciclado recogido dentro del mismo sector de interés, el que procesado en la producción de la obra, se presenta como la expresión de los cuerpos instalados.               

“Hace bastante tiempo que he estado observando y registrando a las personas que alojan en la intemperie, principalmente en los alrededores de la Posta Central, sector en el que viví durante tres años. Por lo que el centro de interés de este proyecto fue tomando vida en el cotidiano, en mi relación como transeúnte y vecino”, reconoció el escultor.                                                    

Resistencia silenciosa -cuyo título obedece a la condición de las personas tomadas como referencia y motivo de la obra, donde el artista establece que sus cuerpos se encuentran en una situación de resistencia frente a la sociedad, en donde se mantienen al borde, afuera, en una espera silenciosa- pretende, a través de la huella volumétrica adoptada por el material, poner en evidencia la presencia del cuerpo como memoria.

Cartón y carpas se presentan como objetos escultóricos que dan cuenta de los cuerpos a la intemperie como parte del paisaje urbano. “Aparecen como testigos de la situación y acción de marginalidad, en un afuera, en los bordes, resistiendo a la densidad de la ciudad, al tránsito y al tráfico diario. En un aislamiento temporal, donde lo íntimo quiebra sus límites, se expone el cuerpo en reposo, el descanso como una intimidad que se abre a la exposición de la ciudad”, señala Goenaga.

Dentro de este paisaje la mirada se instala sobre los objetos de soporte del cuerpo. Así el proyecto propone una instalación objetual y escultórica trabajada con luz roja -que evidencia de una  temperatura corporal- como ambiente y materialidad, donde los objetos aparecen como evocadores de una memoria del cuerpo marginado.

Resistencia Silenciosa de Rodrigo Goenaga se inaugura este jueves 15 de octubre a las 18:30 hrs. en la Sala Juan Egenau de la Sede Las Encinas y permanecerá hasta el 30 de octubre. La entrada es liberada.

 

 

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