ERAS UNA CANDELILLA EN TU CASA

Eras una candelilla en tu casa
O si querías una estrella errante en el cielo
En la casona
Yo te buscaba
Tropezando
Con un caballo de madera inmóvil desde la muerte de los hermanos
Con mis zapatos hundiéndose en el aserrín de los títeres
Y las muñecas de cabeza rota
Y tú ríes
Porque despierto
Y tú sabías
Que despertaría para seguir soñando contigo
Y sólo me queda
Esperar en vano el timbre del cartero
Y me despierta
El ruido de los vendedores de gas
La casona se la llevó la última crecida
Nunca supe cuál era tu pieza
Nunca supe cuál era la ventana oculta
Por la que te asomabas
La ventana cerrada que nos unía para siempre
En un siempre que nunca ha sido siempre. 

 

De En el mudo corazón del bosque, 1997

 

 

 

SISIB y Facultad de Filosofía y Humanidades Universidad de Chile