Profesor Eduardo Godoy presentó edición de "El Quijote" en el marco de las IX Jornadas Cervantinas

IX Jornadas Cervantinas: presentan edición chilena de El Quijote

La presentación de la edición de Eduardo Godoy Gallardo de "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha" estuvo enlazada con la historia de la Universidad de Chile y de su ex Instituto Pedagógico. Eduardo Godoy, profesor fundamental para los estudios cervantinos en Chile, cuenta que su acercamiento a Cervantes se lo debe a la gran calidad de sus profesores, Juan Uribe Echeverría y Antonio Doddis, ambos especialistas en literatura española. Un tercero, Ricardo Benavides, quien fue su profesor de El Quijote, lo llevó a dedicar su vida a estos temas, primero como su ayudante y luego como su reemplazo en la cátedra “Novela española contemporánea y clásica” en la sede del Instituto Pedagógico en Valparaíso. Luego compartirían clases durante su estadía en Utah, Estados Unidos.

Con 56 años como profesor, Gallardo fue el creador de la carrera de castellano y del primer ramo dedicado exclusivamente a El Quijote en la sede de La Serena de la Universidad de Chile. Cuenta que aprendió a leer los textos literarios junto a sus estudiantes y que a ellos les debe esta publicación.

A pesar de ser especialista en “El Quijote”, junto con la novela española de postguerra, y de ser poseedor de la mejor biblioteca sobre Cervantes y la Guerra Civil Española en Chile, Godoy rechazó constantemente publicar una edición propia, debido a su "respeto absoluto con el texto".

Fue precisamente debido a la relación con sus estudiantes, y a petición de uno de ellos, que accedió a trabajar en una edición que incorporara aquello que compartía en las clases: las referencias temáticas en torno al texto. Es por esto que la edición consta de alrededor de 990 citas, todas desde el punto de vista temático.

El profesor Eduardo Godoy explica que siempre ha tomado al Quijote por su parte trágica, no la cómica, pues para él hay una transmisión espiritual y de un profundo sentido de ser humano en el texto. "Hay una transmisión de una manera de ver el mundo que uno puede ver desde veinte ángulos y siempre serán distintos. Ese es el mayor incentivo que el texto tiene para mi", explica. Desde el punto de vista literario el texto es toda una clase de teoría, ya que integra todos los aspectos que podrían encontrarse en una novela y no desde un punto de vista antológico, advierte, sino que de un modo absolutamente cohesionado.

"Comparte con la Divina Comedia y con las obras de Shakespeare, en el sentido que reflejan modos de ser no sólo del mundo al que pertenecen, sino del mundo en su globalidad".

Las biografías: de Alcalá de Henares a La Mancha

El profesor Francisco Cuevas, doctor por la Universidad de Cádiz y reciente incorporación al Área de Literatura Española del Departamento de Literatura, fue el encargado de inaugurar las jornadas con la presentación “Los historiadores que de mentiras se valen habían de ser quemados como los que hacen moneda falsa. La biografía de las biografías cervantinas: intuición, intención, descuido y silencio”.

Parece ser que la biografía de Cervantes tiene mucho de literatura y de quijotesca, pues no sólo basada en los datos biográficos del autor, contiene amplios aportes propios de los biógrafos que tuvieron que lidiar con la falta y dificultad para encontrar los documentos y con las particularidades, políticas y ánimos de las épocas en que se realizaron. 

La primera biografía aparece en 1737, escrita Gregorio Mayans y Siscar, a cien años de la muerte de Cervantes, y los últimos documentos encontrados son los que el investigador José Cabello Núñez encontró en el 2014, publicando dos de ellos este 2015. Dos extremos con muchos papeles perdidos en medio. 

El problema con los documentos hizo que los biógrafos de Cervantes intentaran reconstruir su vida basándose en sus publicaciones. "Los datos de los prólogos y licencias de impresión, la historia del cautivo inserta en El Quijote y los trasuntos biográficos de ‘La Galatea’ o de ‘Viaje del Parnaso’ constituyen todos ellos buena argamasa para trazar un primer delineamiento vital”, explica Francisco Cuevas.

La fecha de nacimiento (1549), extraída de la deducción del prólogo de "Las novelas ejemplares", tuvo que corregirse en 1753 luego de la aparición de un documento de bautismo que indicaba que Cervantes nació dos años antes. Este caso demuestra la tensión entre los documentos que aparecían poco a poco y la necesidad de narrar la historia de Cervantes. "Quedaba en cualquier caso una gran cantidad de vacíos y puntos oscuros que las más de las veces hubieron de llenarse con la propia intuición de los biógrafos", señala Cuevas.

Esta práctica se hace frecuente, por ejemplo cuando Juan Antonio Pellicer en 1797, sin aporte documental, explica Francisco Cuevas, escribe que los padres de Cervantes habrían deseado que se dedicara a otro oficio como la teología o la jurisprudencia. Este dato sirvió de referencia a otro supuesto aparecido en la Enciclopedia de Edimburgo de 1830, la que toma este conflicto parental como motivo del viaje que realiza Cervantes a Italia.

Es de esta misma manera que se crea el retrato moral de Cervantes a partir de todo un aparato de supuestos y conjeturas que a partir del siglo XIX lo convierten en un héroe nacional. En 1846, cuenta Francisco Cuevas, cervantistas como Buenaventura Carlos Aribau continúan imaginando al autor de El Quijote: "el retrato de su alma privilegiada se encuentra en sus escritos y en sus acciones, impávido en los peligros, fuerte en las adversidades, modesto en sus triunfos, desprendido y generoso en sus intereses, amigo de favorecer, indulgente con los esfuerzos bien intencionados de la medianía, dotado de juicio recto y clarísimo, de imaginación sin ejemplo en su fecundidad, pasó por el mundo como peregrino cuya lengua no se comprende".

La condición civil de su madre, doña Leonor de Cortinas, la fecha de muerte de su padre, don Rodrigo de Cervantes, sus múltiples partidas de nacimiento, los posibles documentos falsos, el período en Valladolid y la polémica por la muerte de Gaspar de Ezpeleta, entre otros, han contribuido a las incesantes revisiones, desmentidos, ajustes y aclaraciones que hasta hoy, a cuatrocientos años de la publicación de la segunda parate del ingenioso hidalgo, nuevos cervantistas sigan discutiendo y apasionándose tanto con la obra como con el hombre tras ella.

Nuevas lecturas en torno al Quijote

Las jornadas comenzaron el 2006 cuando un grupo de estudiantes se acercaron al profesor Eduardo Godoy, en el marco de su monográfico sobre El Quijote, con la iniciativa de crear una instancia de reflexión sobre Cervantes y su obra.

A nueve años de la creación de este espacio, son las y los estudiantes quienes continúan organizando, promoviendo y participando.

La primera jornada se realizó el 11 de octubre del año 2006 y contó con doce ponencias. Con el tiempo se sumaron instituciones como la Embajada de España y su Centro Cultural, la Academia Chilena de la Lengua, el Departamento de Extensión Cultural de la Biblioteca Nacional, el Instituto Chileno de Cultura Hispánica y el Fondo Azul, a los que este año se suma la Editorial Cuarto Propio, la Biblioteca Patrimonial Recoleta Dominica y la Asociación de Cervantistas.

El 2010 se publicó el Primer Cuaderno de Estudios Cervantinos, auspiciado por el Fondo Azul, el cual recoge una selección de 17 ponencias presentadas entre el 2006 y 2009. En 2013 se editó un segundo número con 15 trabajos de estudiantes, investigadores y académicos de distintas universidades. Para el 2016, turno de la décima versión de las jornadas, se proyecta la publicación de un tercer cuaderno.

Y las novedades continuan. En el marco del cuarto centenario del Quijote de 1615, se realizará el Primer Simposio Miguel de Cervantes "Ni el prudente deje de alabarla. Nuevas perspectivas críticas en torno a Cervantes y su mundo" los días 28 y 29 de octubre en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, encuentro que planea dar cita a académicos e investigadores de universidades chilenas y extranjeras.

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