Ley de Educación "Avelino Siñani - Elizardo Pérez":

Educación y Estado plurinacionales: la experiencia de Bolivia

Educación y Estado plurinacionales: la experiencia de Bolivia

Un primer momento, situado por Roberto Aguilar en la década del 20 del siglo pasado, da cuenta de un país con alrededor de un 80% de indígenas analfabetos, situación que los imposibilitaba para ser incorporados como obreros a la minería del estaño, referente económico fundamental que marcó el rumbo de la sociedad boliviana. “En esta época se diseña todo un proyecto de incorporación del indígena al contexto educativo, fundamentalmente vinculado a darle las orientaciones y las bases suficientes para que pueda incorporarse como mano de obra barata y sin condiciones adecuadas para la minería”, explica Aguilar.

En 1952 se produce la Revolución Nacional que traería consigo la industrialización del país y el quiebre de las relaciones feudales-capitalistas y de servidumbre. Voto universal, incorporación de las mujeres y el derecho a la educación, son muestras de las transformaciones y el desarrollo amparado en el Estado. Se establece un código de la educación (vigente entre 1955 y 1994) el cual constituye un hito en el marco de la educación, ya que declara que “la educación es parte fundamental de la liberación de los pueblos”. Si bien se logran avances en cuanto a la democracia y al rol del Estado, queda pendiente un componente fundamental: el tema indígena. “El derecho a la educación, además de ser democrático y universal, debe estar en los contextos de cada uno de los pueblo y naciones y en cada uno de los contextos de lengua y cultura”, señala Aguilar. “Se democratizó la educación sin resolver el problema indígena”, puntualiza.

En 1985 Bolivia sufre la peor crisis económica de su historia y entra en estado de quiebra formal. El precio del estaño queda en cero y se genera hiperinflación. Esta situación trae consigo una respuesta neoliberal que afectará a todos los sectores de la sociedad. En 1994 se crea una nueva política educacional, la cual estará vigente hasta el 2010 y que traerá consigo un proceso de privatización.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, exigió reformas para entregar apoyo. Junto con la economía y la seguridad social, la privatización de la educación y la docencia en el marco del mercado son algunos de los resultados de las transformaciones neoliberales. Las escuelas normales se licitan tanto a universidades públicas como privadas, generando una situación de “desestructuración docente”, pues la formación de profesoras y profesores se comenzó a dar bajo estándares, enfoques, miradas, perfiles y cargas horarias disímiles.

Aguilar explica que de este modo, al afectar a la educación, también se desestructura el propio Estado y la sociedad. La educación se convierte en un negocio.

Uno de los ejemplos que tienen que ver con Chile es la lucha contra la municipalización. “Gracias al trabajo de muchos intelectuales chilenos, logramos tener documentos de la municipalización de la educación en Chile y sobre la base de eso, nos sirvieron de instrumentos de lucha contra el intento de municipaliazación”. Este proceso quedó inconcluso debido a la acción de los sindicatos se opusieron a trasladar la docencia al ámbito municipal.

En este contexto, el año 2006 se realiza un congreso educativo que convoca a diversos actores, el cual no logra articularse y termina con discusiones y rupturas . Sin embargo, la experiencia sienta las bases para la construcción de una nueva educación a partir del año 2010.

Hacia la educación plurinacional

Roberto Aguilar explica que para la construcción de un nuevo Estado debieron “poner el dedo en la llaga de las herencias” que dejó la entrada del neoliberalismo en el país. La concepción de un Estado Plurinacional tendría que necesariamente cuestionar las tradiciones con el fin de construir uno nuevo “en base a rupturas e irreverencias”. En este proceso de transformaciones se enmarca la Ley de Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”.

Cuando se comenzó a plantear por parte de las organizaciones indígenas la necesidad de reconocer un Estado Plurinacional, la teoría del Estado en todas sus versiones planteaba de que no podía constituirse. Es allí donde se plantean una serie de cuestionamientos a las tradiciones a partir de los contextos particulares de Bolivia. “Esto permitió el ir construyendo la nueva concepción del Estado a través de rupturas fuertes en el contexto de lo que tradicionalmente se había manejado en temas constitucionales”, explica Aguilar. Es así como explica que la transformación del Estado tenga un enfoque descolonizador, despatriarcalizador y, sólo como muletilla, explica, des-neoliberizador.

“La participación social es la que permite enfrentar con fuerza lo que el neoliberalismo intentó hacer por la fuerza”, explica. En el ámbito educativo, se incorporan con fuerza la necesidad de la participación social, plena, de todos los actores en el proceso educativo.

Hoy Bolivia tiene un 95% de establecimientos educativos fiscales gratuitos -cerca de 14.000-, los cuales han recibido constantes mejoras en infraestructura, igualando las condiciones entre rurales y urbanos. Los privados bajaron de 1.085 a 832 y los por convenio, principalmente con la iglesia católica, alcanzan los 1.500.

“Dentro de este marco se han incorporado los derechos de los diferentes actores educativos. De los padres y madres a escoger la educación de sus hijos, de los maestros y maestras y trabajadores de la educación a tener inamovilidad funcionaria, el reconocimiento de escalafón nacional del magisterio como el instrumento de ascenso interno, el derecho a la sindicalización y a la organización estudiantil”.

Todo esto apoyado por el crecimiento del presupuesto entregado a la educación, el cual se encuentra entre el 7,9 y el 8, 3 del PIB, siendo el país que más invierte en América del Sur y el segundo, después de Cuba, en América Latina.

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