Nueva publicación:

Pedagogía en contextos de encierro en América Latina. Experiencias, posibilidades y resistencias

Pedagogía en contextos de encierro en América Latina

La editora y coordinadora general del libro, la Prof. Marcela Gaete, doctora en Educación y magíster en Epistemología, relata que este es un proyecto que se gesta desde el intercambio vital de experiencias y la comprobación de que, a pesar de las diferencias legislativas, nuestros países comparten un diagnóstico más bien vergonzante respecto a cómo sus sociedades e instituciones han encarado el tema.

Todo partió el 2015, con el Primer Seminario que organiza la Red Chilena de Pedagogía en Contexto de Encierro, que dirige Marcela Gaete, al cual fueron invitados todos quienes finalmente terminaron escribiendo el libro.

El seminario era de tres días, cuenta Gaete, pero nos juntamos durante seis jornadas. "Allí vimos las similitudes de nuestras situaciones y surgió la decisión de hacer este trabajo. Por eso, siempre digo que este es un libro que fue pensado, y por varias personas, mucho antes de ser escrito”.

Uno de los puntos de partida en la reflexión era descubrir el sentido de educar, en términos de escolaridad, en el contexto de personas que están encerradas. Y allí surgió la primera constatación, que no se reduce al marco del encierro físico, sino que se abre al concepto del encierro simbólico, que es más amplio y alcanza a múltiples segmentos de la sociedad.

Además, advierte Gaete, quienes viven tras barrotes habitualmente vienen de encierros simbólicos que han marcado su vida, al ser parte de sociedades segmentadas y constructoras de auténticos guetos sociales. Entonces, afirma, “la fragmentación social hace que la escuela no esté siendo un instrumento de desarrollo humano, de cambio y justicia social, sino que la convierte en reproductora de las mismas lógicas culturales de los guetos en que nos encontramos”.

La segunda gran constatación que propone este trabajo es que no existe una pedagogía para personas en contextos de encierro, porque eso sería una nueva forma de exclusión. “Lo que hemos comprendido es que debemos hacer una educación en tiempo presente, que tiene una significación específica en sí misma. No tiene sentido preparar a alguien para intentar ir la universidad si enfrente una condena de 20 años”, afirma Marcela Gaete.

El punto es, concluye la académica, que no se educa para reinsertar. Ese es un ámbito que se debe encarar desde otras políticas públicas. “Nuestra tarea tiene que ver con la dignidad actual y concreta de la persona en su condición de encierro. Se trata, finalmente, de convertir el acto educativo en un momento de dignificación y libertad”.

Se pueden crear espacios de libertad en contextos de encierro

Penélope Glass, integrante de la Red Chilena de Pedagogía en Contextos de Encierro y parte del Colectivo Sustento -el cual organiza experiencias teatrales  en la cárcel de Colina 1- condujo la presentación del libro Pedagogia en Contextos de Encierro en América Latina. Experiencias, posibilidades y resistencias (RIL Editores, 2018), partiendo con explicar que entiende esta posición como un reconocimiento a la labor pedagógica no formal que realiza desde hace 17 años. “Sé que se pueden crear espacios de libertad en contextos de encierro, donde brota la belleza, la reflexión y el desarrollo humano”.  En este sentido, destacó que este libro desafía las y los pensadores de la educación formal y no formal a tomar una posición filosófica, metodológica y ética.

Llevando la propuesta del decanato de imbricar las humanidades con la educación, el Prof. Rodrigo Karmy, subdirector de Investigación y Publicaciones, destacó el modo en que la Prof. Marcela Gaete caracteriza la “contradicción aparente” entre educación y encierro. Haciendo referencia la prisión de Mandela y, en la actualidad, a la educación como “práctica de libertad” en los territorios Palestinos, el Prof. Karmy señaló que  “me parece muy interesante esa bifurcación que el libro pone en juego entre encierro y educación”.

Luego, y destancado el trabajo sistemático de vinculación e intervención concreta, el Prof. Óscar Aguilera, director del Departamento de Estudios Pedagógicos, señaló la importancia de reforzar estos diálogos y apoyar ese tipo de apuestas de trabajo y vínculo que se han sostenido por tanto tiempo. "Una de las virtudes de este equipo es que ha forzado un vínculo y una interrogación mutua entre formación de profesores y este otro conjunto de prácticas. Allí hay un aprendizaje recíproco que necesariamente debe ir produciendo sentidos compartidos”.   

Junto con realzar el trabajo colectivo y de construcción conjunta que propone la publicación, lo cual se ve reflejado en los temas que aborda, la Prof. Marcela Gaete,  señaló que el libro también pretende visibilizar el trabajo de la Red Chilena de Pedagogía en Contextos de Encierro, espacio horizontal, democrático y voluntario donde se trabaja directamente en contextos de encierro y que reúne a colectivos, universidades y particulares. Para la Prof. Gaete la invitación es a "leer el libro en distintas claves, a asumir los espacios de incertidumbre, a colocarnos en otro lugar, autotransformar, pensar, a reposicionarnos".  

Olga Espinoza, abogada, académica del Instituto de Asuntos Públicos, integrante del Comité Directivo de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la U. de Chile e integrante del Comité Asesor de la Política Nacional de Reinserción Social del ministerio de Justicia y Derechos Humanos apuntó a ver cómo desde la universidad nos planteamos un compromiso concreto en torno a un marco que normalmente no se conoce o que se identifica como marginalidad y exclusión extrema. "Una universidad comprometida con la democracia y la dignidad que genere, efectivamente cambios en la vida de muchas y muchos".

Para Carmen Gloria Fuentealba, licenciada en Filosofía, doctora en Estudios Americanos y profesora en la Escuela Presidente Prieto del Centro de Detención Preventiva de Talagante la "disyuntiva es continuar intencionando las cárceles como máquinas productoras de sufrimiento y venganza social o hacemos algo. Eso es este libro, una gran práctica teórica para hacernos cargo desde nuestro lugar micropolítico para ir corriendo y ensanchando nuestros bordes de afectación”. En ese sentido, caracterizó a la escuela como una posibilidad de transformación social: “la educación es un espacio político casi por definición. Allí vive y confluye lo público”.  Desde su experiencia como profesora de cárcel apuntó a que las experiencias transiten desde una voluntad individual a un propósito institucional para así tener un soporte que haga de esto algo constante.

Al finalizar, en las intervenciones del público, Gabriel Jiménez, parte del Colectivo Sustento y ex estudiante en contexto de encierro apuntó a valorar lo importante de llevar arte y teatro a las cárceles. También trató el problema de la prisionización, la normalización del encierro entre, por ejemplo, jóvenes que no quieren salir porque afuera no tienen oportunidades. Rodrigo Yañez, del estudiante del Departamento de Estudios Pedagógicos y parte del proyecto SENAME relevó que “tener la oportunidad de trabajar en este contexto no formal hace creer que es posible no solo reproducir, sino que también transformar”. Por su parte Augusto Astudillo  miembro de Reprofich señaló que “este libro nos invita a repensar qué estamos haciendo nosotros docente, profesores, y qué entendemos por educación”. La necesidad de reflexionar sobre nuestro trabajo y quehacer.

Últimas noticias

Diplomado Estudios Queer, Performance y Disidencias

Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina:

Estudios Queer, Performance y Disidencias

Con este nuevo diplomado la Universidad de Chile se compromete a ofrecer una formación interdisciplinaria e integral en el campo del pensamiento de vanguardia de los estudios queer, junto con sus diversas formas de expresión y ramificaciones, relacionadas con áreas como filosofía, arte, literatura y cultura contemporánea, entre otras.