Los resultados de este estudio convocaron en el marco de la 27° Feria del Libro Internacional Infantil y Juvenil de Providencia, a los destacados periodistas Vivian Lavín y Alfredo Lewin, y al Director Cultural de la Fundación Pablo Neruda, Tamym Maulén, a una conversación en torno a los nuevos lugares en que leen los chilenos y chilenas, las preferencias femeninas y masculinas, y la irrupción de la lectura digital.
El libro no ha muerto
Pese a la creciente y diversa oferta tecnológica que intenta instalar sacar al libro del papel y convertirlo en un archivo digital más, un aplastante 95% de los lectores entrevistados dijo seguir prefiriendo el libro al momento de leer.
¿Otras cifras? La mayoría de las mujeres, hombres, jóvenes y adultos lee en sus hogares, 84% en sus dormitorios. Los hombres prefieren leer en el baño o en el lugar donde estudian, las mujeres en sus dormitorios, salas de estar o en las vacaciones. Los lectores de Puente Alto, La Florida y Maipú prefieren leer en el metro, mientras en los de Las Condes se inclinan por la playa, el lago y la montaña. 53% de quienes ocupan bibliotecas públicas son estudiantes, las generaciones mayores prefieren leer en salas de estar y salas de espera, y la mayoría de quienes leen libros viven en Ñuñoa y Santiago. Ejecutivos y estudiantes son los que más leen comics, quienes tienen trabajos ocasionales leen más revistas. 45% lee diarios y 28% lee en computadores o libros electrónicos.
¿Por qué leen los hombres en el baño?
El puntapié inicial de la conversación llevada a cabo el pasado martes 20 de agosto, lo dio la periodista de Radio Universidad de Chile, Vivian Lavín, quien dejó planteada la pregunta a Maulén y Lewin ¿Por qué los hombres leen en el baño?
Tamym Maulén, ofreció la primera hipótesis al respecto: "Siempre me ha interesado el tema del baño porque es el lugar en que uno se encuentra con uno, es un lugar de intimidad, donde uno lee y quizás también piensa cosas, se te ocurren ideas, y en este mundo es difícil encontrar esos espacios, donde tú estás contigo". Haciendo memoria, Maulén recordó que el primer libro que se leyó en su infancia, lo leyó íntegro en el baño. Era un ejemplar de Julio Verne.
Alefredo Lewin, compartió la percepción de Maulen sobre la intimidad que otorgan los baños a los lectores, señalando: "Yo creo que la lectura es un ejercicio muy íntimo, muy privado, y por eso el baño podría ser el mejor lugar para leer. Pero me da la impresión, que la gran cantidad de lectura en el baño tiene más que ver con lectura de revistas, periódicos, algo más liviano y de un trecho más corto de tiempo...hoy se va al baño con teléfono, que es lo mismo que ir con el diario. Yo lecturas tan profundas no he tenido en el baño, esas me las guardo para el dormitorio que es el espacio donde hombres y mujeres más leen".
Vivian Lavín, por su parte le dio una vuelta más al asunto, "el baño es el lugar en que nosotros nos reflejamos, nos vemos, nos inventamos, donde ficcionamos respecto a nosotros mismos frente al espejo. Eso para mí es ficción, y tiene que ver con la literatura, con un espacio donde la ficción es posible"
La irrupción de la lectura digital
A propósito de los hábitos lectores, y la "invasión" de dispositivos, Vivian Lavín planteó el temor de algunos sectores, respecto al ingreso de lo digital en la lectura. "¿Cómo ven ustedes la relación con la lectura digital?", preguntó la periodista, la reflexión en torno a este nuevo escenario, no fue de alarma.
"A mí no me preocupa tanto el hecho de qué vaya a pasar en el futuro con esta suerte de transición que estamos viviendo. No me preocupa, ni me asusta lo que viene después, solamente me preocupa cuánta gente va a leer en el futuro, cuáles son la razones por las que la gente se va a acercar a la literatura. No me preocupa el traspaso hacia lo digital, sino que me preocupa que la gente siga leyendo y que tenga razones por las cuales leer", dijo Alfredo Lewin.
Por su parte, Tamym Maulén, se mostró amable y esperanzado con esta nueva era: "Bienvenido que existan estos medios digitales, bienvenida la nueva tecnología. Todos saben la parte democrática que tiene Internet, nos permite también interactuar, comunicarnos. Creo que es una posibilidad enorme para seguir leyendo. No le tengo miedo, ni le tengo miedo a que se vaya a dejar de leer. Tengo fe rotunda que los niños del futuro leerán más que nosotros.".
Más radical en su mirada fue Vivian Lavín, quien vislumbró un futuro de privilegio al libro de papel: "Yo creo que si uno piensa cómo va el planeta, y la importancia que va adquiriendo un árbol, hablando de su rol medio ambiental en el equilibrio ecológico, va a llegar un momento que cuando se decida botar un árbol para eso, va a tener que ser para un muy buen libro. Y que el libro adquiera el lugar que deba tener, el libro para lo precioso."
Haciendo ciencia ficción: las bibliotecas del futuro
Tras el planteamiento de Vivian Lavín, respecto la impresión selectiva de libros, la conversación derivó hacia una ejercicio de ciencia ficción en que los presentes imaginaron cómo sería esta "nueva era" para los libros.
"Me alucina lo que acaba de decir Vivian, sólo me preocupa quiénes serían los guardianes del buen gusto, quiénes van a decidir qué libro será precioso como para ser publicado. Me parece que eso similar a lo que en la música pasa con el vinilo. Tras la desaparición de todos los formatos físicos, el único que salió bien parado es el vinilo, que se considera un lujo del melómano, y probablemente del bibliófilo el lujo va a ser el libro físico. Supongo que a las bibliotecas del futuro uno va a ir con su tableta virgen, vacía, y ahí ir llenando, porque el proceso de la gratuidad con los libros digitales no es el mismo que el de la música que es mucho más fácil adquirir."
A propósito de bibliotecas digitales, Vivian Lavín recordó que esta semana se conmemoraron los 200 años de la Biblioteca Nacional, y para celebrarlo ésta regaló a la ciudadanía la Biblioteca Nacional Digital. "Hoy día bastará con conectarnos a Internet no sólo para acceder a los libros, estamos hablando de incunables, de libros que jamás te van a prestar en la Biblioteca Nacional."
Tamym Maulén fue más allá: "Pensando en esta ciencia ficción, a mí me gustaría plantear la pregunta ¿Qué va a pasar cuando se apague la luz? No deja de ser un tema muy actual el de la energía, es una realidad. Pienso que el día que se apague la luz, vamos a tener que sacar nuestros libros, y leer."