Adultos con mayor educación tienen en promedio 8 dientes más que adultos con menor educación

Adultos con mayor educación tienen en promedio 8 dientes más que...

Uno de los principales logros de la tesis de doctorado de la cirujano-dentista, Iris Espinoza, es que aporta datos duros relevantes que dan cuenta de las desigualdades sociales en salud bucal en adultos en Chile. Es así que determina que quienes tienen mayor educación poseen 8 dientes más en relación a quienes sólo han accedido a la Educación Básica o, simplemente, no poseen educación; y que en las zonas con baja concentración de flúor natural en el agua, las personas llegan a tener 3 dientes más con historia de caries que los habitantes de regiones del norte de Chile, que sí poseen flúor en el agua.

Por primera vez en el país, se utilizan diferentes indicadores para medir inequidades (diferencia de prevalencia, pendiente de inequidad absoluta y relativa y riesgo atribuible poblacional porcentual) para indicadores dentales en adulto y se demuestra lo que la literatura afirma: que la prevalencia del daño bucal se distribuye en una gradiente social similar a otros problemas de salud general, con mayores problemas en los grupos menos favorecidos, lo cual se asocia con un limitado acceso a medidas preventivas y atención odontológica.

Iris Espinoza es académica del Departamento de Patología y Medicina Oral de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile y cuenta cómo surgió la idea de investigar este tema en su tesis y cuáles son las proyecciones de sus resultados.

La doctora en Salud Pública explica que su interés por la salud bucal en adultos y su enfoque en determinantes sociales surge de la experiencia clínica y la lectura de los enfoques predominantes en la investigación en odontología. “Me di cuenta que la prevención en salud bucal y políticas públicas estuvieron por muchos años enfocadas predominantemente en los niños, descuidando los adultos, especialmente los adultos mayores, grupo que presenta alto nivel de desdentamiento, lo cual dificulta masticar y hablar, afecta la autoestima y el rol social. Ello me motivó a realizar mi tesis e investigación en adultos”, señala.

Durante su trabajo de tesis de doctorado realizó “un análisis secundario a partir del primer examen dental nacional, financiando por FONDECYT y dirigido por el Dr. Óscar Arteaga, director de la ESP, y un grupo de académicos de la Facultad de Odontología. Colaboré en la recolección de exámenes de pacientes y mi tesis, específicamente, consistió en un análisis de la salud bucal en adultos bajo el enfoque de los Determinantes Sociales de la Salud propuestos por la Organización Mundial de la Salud, siendo uno de los objetivos medir desigualdades, usando distintos indicadores de inequidades. Estos últimos pueden revisarse en el capítulo de Harper y Lynch del libro ‘Social Epidemiology’ de Jay Kaufman, quien también es profesor de la Escuela de Verano de la ESP”.

Respecto a los principales resultados de la tesis, la académica destaca que “en adultos la historia de experiencia de caries es muy prevalente; gran parte de la población ha tenido alguna vez en su vida caries, esta situación invisibiliza el problema como una desigualdad social. Sin embargo, las desigualdades se manifiestan en la severidad y extensión del problema y, a largo plazo, en el número de dientes remanentes que quedan en boca y número de obturaciones (o tapaduras). Si ordenamos a la población según nivel de educación, se aprecia una relación con el número de dientes remanentes en boca, con menor número de dientes en los grupos menos aventajados. Los datos de la tesis muestran que un individuo hipotético ubicado en el nivel educacional más bajo (sin educación/educación básica parcial) tiene en promedio 8 dientes menos que aquellos con educación terciaria (técnica o universitaria). Existe la creencia de que los dientes se caen con la edad, pero los dientes se pierden por la presencia de caries o enfermedad periodontal, la progresión de estas enfermedades y el limitado acceso de atención odontológica, ausencia o fracaso de tratamiento, que determina muchas veces la necesidad de optar por la extracción dental sobre otros tratamientos”.

Cultura del cuidado de los dientes

La docente explica que “los adultos, en general, tienen poco acceso al control odontológico en el sistema público de salud. Hay programas específicos como el programa de Garantías Explícitas en Salud (GES) de los 60 años -que no califica a los 59 ni a los 61-, GES de urgencias y el de la mujer embarazada, pero la cobertura termina siendo muy baja. El año pasado el beneficio para las personas de 60 años fue utilizado sólo por un 27% de los beneficiarios. ¿Qué ocurre entonces? Principalmente a desconocimiento”.

Y agrega que el lugar de residencia es otro factor que produce brechas: “Hay zonas de Chile donde se observan diferencias relacionadas con la incorporación de flúor en el agua potable. Esta medida de salud pública es muy importante para la prevención de caries, pero al igual que en otros países, en forma natural puede existir variabilidad en el nivel de flúor en las fuentes agua natural. Esto ha significado que gran parte de la zona norte de Chile ha tenido niveles más altos de flúor en el agua asociados a prevención de caries, por ejemplo, en La Serena y Coquimbo no se ha requerido incorporar esta medida. En cambio, hay otras en que el nivel es muy bajo por lo que debe ser incorporado como medida de salud pública. Así observamos que los participantes de 35-44 años de la VIII región (Concepción) tenían en promedio tres dientes más con caries que los adultos de la zona norte”.

Al respecto, la doctora en Salud Pública comenta: “Esta es una de las primeras aproximaciones al estudio de la salud bucal desde perspectiva de determinantes sociales de la salud y la primera utilizando metodología de multinivel, que consiste en tomar en cuenta que los individuos por pertenecer a un grupo, por ejemplo vivir en un mismo territorio, pueden compartir características que los ponen en situación de riesgo o protección para su salud. En este caso, evaluamos la historia de caries según zona de residencia caracterizada por la presencia de flúor en el agua potable”.

La odontóloga enfatiza en que: “La prevención de los problemas de salud bucal no es un tema que sólo es relevante cuando somos niños, sino que debe estar presente a lo largo de toda la vida, sobre todo en la etapa de adulto mayor. El cepillado de dientes, disminuir el consumo de alimentos azucarados y usar una pasta con flúor sirve toda la vida. Después de los 60 años los adultos pueden tener incluso más riesgo de caries debido a que es más frecuente la disminución de la saliva que tiene un efecto protector, esto por consumo de medicamentos que producen hiposialia, enfermedades sistémicas como el Síndrome de Sjögren, por estar hospitalizado, pacientes que reciben radioterapia por cáncer en la zona de cabeza y cuello, entre otros”.

La doctora Espinoza destaca el doctorado de Salud Pública: “Fue una muy buena experiencia, el equipo académico es de gran calidad, y otorga la oportunidad de aprender y compartir con investigadores en diversos ámbitos de la salud pública, lo que permite nutrirse y dialogar desde diferentes perspectivas que forman parte salud pública: políticas públicas, bioética, epidemiología, promoción, salud ambiental y ocupacional. Valoro la oportunidad de compartir con compañeros de curso de diferentes formaciones y países, y con las diferentes generaciones de alumnos. La vivencia es muy rica porque hay estudiantes de distintas profesiones, no sólo de la salud, sino también de las Ciencias Sociales y Humanas; tenía compañeros psicólogos, antropólogos, enfermeras, químico-farmacéuticos, médicos, kinesiólogos, sociólogos, etc. lo que permitió nutrirnos y aprender de cada uno de nosotros”.

A raíz de la tesis presentada en la ESP, la doctora Iris Espinoza fue seleccionada por la Fundación para la Superación de la Pobreza para participar en el Programa Tesis País y actualmente participa en un estudio comparativo de salud bucal en adultos junto a investigadores de Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá.

Las postulaciones para ingresar al doctorado en Salud Pública estarán abiertas hasta el 17 de agosto de 2015. Más información aquí. 

Sandra Vargas B.

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