Grecia volvió a ocupar las portadas de los diarios tras el anuncio por parte de su gobierno de la realización de un referéndum para que la ciudadanía apruebe o rechace la propuesta del Eurogrupo y la llamada “troika” –que reúne al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo y la Comisión Europea- para enfrentar la crisis económica que sufre el país.
La realización de un plebiscito sobre la materia fue rechazado por el organismo europeo, lo que provocó el quiebre de las negociaciones generando un escenario incierto respecto al futuro no sólo de su economía, sino que incluso del futuro del euro como moneda común. Pero ¿quiénes son los protagonistas de esta crisis y qué consecuencias puede tener para nuestro país?
El Eurogrupo es una espacio informal que reúne a los ministros de finanzas de los 18 países de la Unión Europea (UE) que comparten el euro como moneda común, siendo dirigido actualmente por Jeroen Dijsselbloem, ministro de Finanzas holandés.
Esta instancia rechazó este martes un nuevo rescate para la economía de Grecia, que sería de al menos 30 mil millones de euros para los próximos años, junto a una ampliación del actual programa de rescate y un alivio de la deuda. Según el organismo comunitario, no será hasta después del referéndum del próximo domingo 5 de junio que se podrán retomar las negociaciones.
El gobierno griego, encabezado por el primer ministro Alexis Tsipras, del partido de izquierda Syriza, aseguró al eurogrupo que no pagará la deuda que mantiene con el FMI –que alcanza los 1500 millones de euros y debería cancelar hoy- e insistió con su solicitud de una extensión del rescate actual hasta el plebiscito.
Con su convocatoria a la ciudadanía griega para que decida sobre esta materia, Tsipras elevó las apuestas en una negociación que se arrastra desde hace cinco meses y en la que tal como afirmó en su discurso de anuncio de la consulta, busca responder a los requerimientos de austeridad fiscal con "democracia, compostura y decisión", haciendo alusión a la necesidad de que las medidas que se adopten ante la crisis respondan efectivamente a las necesidades de los griegos.
El académico de la Facultad de Sociales y magíster en Economía del Trabajo, Rodrigo Figueroa, cree que la situación ha llegado a un punto que expresa el agotamiento de las estructuras de la Unión Europea para integrar países con diferentes identidades sociales, culturales, económicas y políticas. “Con el caso de Grecia se abre una discusión sobre el consenso europeo. Lo que dicen los griegos es que la crisis sea resuelta en términos diferentes a las políticas de austeridad y recortes a la inversión pública”, afirmó.
De esta manera, la inflexibilidad del Eurogrupo respondería a una señal política “para el resto de los países periféricos de Europa, incluidos los países de Europa del este de no apartarse de las políticas de austeridad fiscal, que es precisamente el punto de quiebre con la izquierda griega”.
Para el analista internacional Cristián Fuentes, la convocatoria a un plebiscito en Grecia respondió a la necesidad del gobierno de evitar las críticas internas por las concesiones que se estaban haciendo en la negociación con las instituciones comunitarias. “Un tercio de los diputados de Syriza no estaban de acuerdo con los resultados, y aunque se estaban otorgando elementos que no estaban presentes en el programa de gobierno, continuaban las presiones para que se profundizara la austeridad, con un aumento del IVA y un recorte en las pensiones”, destacó.
Aunque hasta el momento no hay un acuerdo entre las partes, Fuentes enfatizó en que una eventual salida del euro por parte de Grecia “no es un problema económico, ya que no se produciría el desastre que habría sido hace unos meses atrás, pero tendría consecuencias importantes para la Unión Europea, se comprobaría que el proyecto europeo tiene graves deficiencias”.
¿Qué impacto puede tener para Chile?
Nuestro país firmó un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea que entró en vigencia el 1 de febrero del año 2003, y las exportaciones a la UE representan alrededor de un 20% o 25% del total de nuestro país.
Debido a esto, una recesión de la economía comunitaria a partir de la crisis europea puede afectar a la economía nacional, tal como explica el académico Felipe Muñoz, del Instituto de Estudios Internacionales (IEI).
“Si bien Grecia en particular no es un destino fuerte de exportaciones chilenas, lo que preocuparía es la situación que se generaría en Europa y el resto del mundo con el impacto de un potencial default griego. Las bolsas están bajando y el euro como moneda se está debilitando”, aseguró.
Aunque el gobierno griego buscó contener los efectos de la crisis “el efecto en el euro puede ser fuerte y Chile va a sufrir un impacto. Hay que ver cómo reacciona el Banco Central Europeo y los principales acreedores pero el escenario no se aclarará hasta el domingo, cuando estén los resultados del plebiscito”, insistió Muñoz.
Para el profesor del IEI una potencial salida del país helénico de la zona euro podría poner en jaque el proyecto comunitario europeo. “La mayoría de los acreedores son europeos, bancos alemanes en particular. Un eventual no pago de la deuda tendrá efecto en diferentes países de la UE, hay un tema de interdependencia entre los países a pesar de que Grecia es más bien de la periferia de la región”, concluyó Muñoz, para quien es necesario ver el efecto de la crisis “fuera del tema comercial, tiene que ver con la estabilidad política del proyecto europeo”.