Medio ambiente

U. de Chile crea pautas para restaurar bosques nativos afectados por los incendios

U. de Chile crea pautas para restaurar bosques nativos incendiados
Durante el mes de noviembre de 2016 se produjeron varios incendios en el país. CONAF contó en ese momento 40 focos activos.
Durante el mes de noviembre de 2016 se produjeron varios incendios en el país. CONAF contó en ese momento 40 focos activos.
A escasos días del incendio el equipo de investigadores inicia sus labores en Pichidegua en la Región de O'Higgins.
A escasos días del incendio el equipo de investigadores inicia sus labores en Pichidegua en la Región de O'Higgins.
El profesor Roberto Garfias, quién estuvo a cargo de todos los operativos del proyecto. En la imagen, en el predio Los Coipos en la Región del Maule.
El profesor Roberto Garfias, quién estuvo a cargo de todos los operativos del proyecto. En la imagen, en el predio Los Coipos en la Región del Maule.
El estudio abarcó 9 áreas de muestreo ubicados en 4 regiones representativas del bosque esclerófilo. En la imagen, la localidad de San Javier, Región del Maule en febrero 2017.
El estudio abarcó 9 áreas de muestreo ubicados en 4 regiones representativas del bosque esclerófilo. En la imagen, la localidad de San Javier, Región del Maule en febrero 2017.
Miguel Castillo, académico de CFCN e investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, es el director de este estudio.
Miguel Castillo, académico de CFCN e investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, es el director de este estudio.
El sistema Kitral es una tecnología desarrollada por la Facultad para análisis de incendios. El Dr. Guillermo Julio fue quien dirigió el proyecto que permitió esta innovación.
El sistema Kitral es una tecnología desarrollada por la Facultad para análisis de incendios. El Dr. Guillermo Julio fue quien dirigió el proyecto que permitió esta innovación.
Antonio Vita, especialista en silvicultura de la Facultad de CFCN de la U.de Chile, estudió particularmente el sector de Limache en la Región de Valparáiso.
Antonio Vita, especialista en silvicultura de la Facultad de CFCN de la U.de Chile, estudió particularmente el sector de Limache en la Región de Valparáiso.
La particularidad de este proyecto es que se incorporó como variable el comportamiento del fuego.
La particularidad de este proyecto es que se incorporó como variable el comportamiento del fuego.
Carolina Rojas, ingeniera forestal y a cargo del área de conservación de Bosque Nativo de la Empresa Arauco.
Carolina Rojas, ingeniera forestal y a cargo del área de conservación de Bosque Nativo de la Empresa Arauco.
El predio Los Coipos es un área de alto valor de conservación, definido así por la empresa en el marco de los compromisos voluntarios que ésta adquirió.
El predio Los Coipos es un área de alto valor de conservación, definido así por la empresa en el marco de los compromisos voluntarios que ésta adquirió.

El proyecto realizado por académicos e investigadores de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile (CFCN) busca establecer el daño generado y partir de ello, proponer pautas para restaurar los bosques afectados por los incendios forestales, así como sugerir labores preventivas. La iniciativa es parte del Fondo de Investigación del Bosque Nativo de la CONAF.

El estudio abarcó nueve áreas de muestreo: dos predios en la Región de Valparaíso, dos en la Región Metropolitana, dos en la Región de O’Higgins y tres en la Región del Maule, todos bosques nativos de la zona costera que fueron dañados por los incendios de fines del año 2016 y comienzos del 2017.

"De estas nueves áreas recolectamos datos para cuantificar la escala de daño y, con ello, proponer las mejores pautas de restauración. Por ejemplo, en algunos casos el bosque se recuperó totalmente sin ninguna necesidad de intervención, pero en otros casos tenemos que proponer algunas pautas de trabajo para recuperar el bosque en sus funciones de producción y de conservación”, sostuvo Miguel Castillo, académico de CFCN e investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile.

El estudio se basó en una metodología de campo, en la que diversas cuadrillas de investigadores, conformadas por académicos, investigadores y memorantes, recorrieron las cuatro regiones en búsqueda de predios que cumplieran con elementos representativos del bosque esclerófilo, que hubieran sido afectados por los incendios y que tuvieran un tamaño importante, entre 60 a 80 hectáreas.

“Recorrimos varios predios y una vez detectado alguno se gestionaba la posibilidad de un convenio con los dueños para que nos permitieran realizar el estudio. Fue una etapa difícil, muchas veces nos dijeron que no estaban interesados. Finalmente logramos contar con los nueve predios. El trabajo en terreno nos permitió consignar aspectos relevantes, tales como la pendiente, la exposición, las especies, la presencia de hojarasca, el estado del suelo, la severidad e intensidad del incendio, datos con los que generamos los informes que dieron pie a los diversos estudios”, explicó el profesor Roberto Garfias, quién estuvo a cargo de todos los operativos del proyecto.

Una restauración que considera el impacto del fuego

El trabajo en terreno permitió elaborar una línea base de los daños existentes post-fuego del bosque esclerófilo de estas cuatro regiones. Esta línea base se construyó sobre dos conceptos claves: intensidad y severidad.

La intensidad se refiere al monto de energía calórica que se libera en el proceso de combustión, y que depende esencialmente de la carga de combustible disponible, del poder calorífico del material vegetal y del potencial de propagación del fuego, dependiendo del tipo de vegetación afectada.

La severidad en tanto, corresponde a los daños y efectos ocasionados por el paso de fuego, factibles de medir y ser observados a escala local y de paisaje.

“Los conceptos de intensidad y severidad fueron apoyados numéricamente mediante expresiones propuestas y validadas por el Simulador de Incendios Forestales del Sistema KITRAL , sustentado en la cartografía actualizada de modelos de combustibles forestales que dispone el Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile", explicó Guillermo Julio, académico de CFCN e investigador de la iniciativa.

Posteriormente se elaboró una propuesta de las actividades de restauración, generando pautas precisas de recuperación de bosques, la restauración de su medio natural y el seguimiento permanente para controlar la variable de peligro asociada al comportamiento potencial del fuego.

La particularidad de este proyecto es que se incorporó como variable el comportamiento del fuego. Es decir, cómo el fuego afectó el bosque, pudiéndose así cuantificar y cualificar a partir de los componentes de intensidad y severidad del incendio, por lo que las pautas de restauración están ajustadas a escalas precisas de daño.

En relación a las pautas de restauración uno de los profesores claves en esta área, es  Antonio Vitta, especialista en silvicultura de la Facultad de CFCN de la Universidad de Chile.

“Hay una recuperación principalmente de la vegetación leñosa, de los árboles nativos de la zona, de las especies esclerófilas como el Espino, el Boldo, el Quillay, el Litre, etc. Estas especies tienen la capacidad de recuperase mediante rebrote de cepa, es como si se cortara el ejemplar y volviera a brotar. En ellas hay una recuperación natural. El rol mío es proponer medidas para esa recuperación, poderla activar mediante silvicultura. Por ejemplo, en el caso de rebrote, no intervenimos en él pero sí en su manejo. También hemos planteado hacer plantaciones en los lugares donde no hay mucha recuperación, o aumentar la densidad mediante plantaciones de enriquecimiento", detalló Vitta.

Experiencia en el predio Los Coipos

El predio Los Coipos, cuya superficie es de 381 hectáreas, está ubicado en la comuna de Hualañé, Región del Maule y es propiedad de la Forestal ARAUCO S.A. Esta área ha sido catalogada por la misma empresa como de “Alto Valor de Conservación”. Un predio conformado por un bosque esclerófilo en el que destacan las especies de Lithraea caustica (Litre) y Peumus boldus (Boldo). Este predio fue fuertemente afectado por los incendios en el 2017.

“Es un área de alto valor de conservación, definido así por la empresa en el marco de los compromisos voluntarios que ésta adquirió. Es el único paño de bosque esclerófilo que está quedando en la Región del Maule de ahí su importancia . Lamentablemente el incendio que afectó este predio, arrasó con el 50 por ciento de la superficie”, relató Carolina Rojas, ingeniera forestal y a cargo del área de conservación de Bosque Nativo de la Empresa Arauco.

Tras las visitas de los investigadores, se sugirió a la empresa disponer diques en sectores determinados para detener el movimiento de tierra, impedir el aumento de erosión y para que el camino no se deteriorara con las futuras lluvias. Asimismo se sugirió la realización de obras para que los sedimentos no alcanzaran los cursos de agua que hay en el predio.

“Tuvimos que hacer varias acciones claves para enfrentar la emergencia y empezar las iniciativas de restauración, también priorizamos por el monitoreo. Afortunadamente la recuperación del nativo es positiva, las especies nativas son bien resilientes al daño, en este caso más que hacer una acción activa, como por ejemplo, plantar; fue evaluar y monitorear”, explica la ingeniera forestal Carolina Rojas.

De hecho así lo constatan los expertos, en el mes de marzo, a un año del incendio, la cobertura total es de un promedio de 60 por ciento. Es decir, hay una regeneración de entre un 25 a 70 por ciento en relación a la zona quemada, con capas de herbáceas y arbustos. La Regeneración vegetativa alcanza una altura superior a 1 metro y las herbáceas entre 0.5 y 1 metro.