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Restaurante
Este señor
que cena me conmueve.
Se detiene
en un punto de su frente,
y piensa
ayeres en la mesa, y miente
este señor
que vuelve de la nieve.
Y tose, y se levanta,
y me sonríe
como un
señor que vuelve a su pasado
para buscar
la silla donde viven
las muertas
hojas y el reloj cansado.
Este señor
me busca, y no se atreve
a saludarme,
yo no sé, y me mira
para buscar:
se sienta y me solloza.
Este señor
anciano que sus pira
y sorbe,
en las tinieblas de las nueve,
el hambre
de la sopa silenciosa.