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2 AM. Es la hora
del Oficio Nocturno, y la iglesia
en penumbra
parece que está llena de demonios.
Esta es
la hora de las tinieblas y de las fiestas.
La hora
de mis parrandas. Y regresa mi pasado.
.................................................................."Y
mi pecado está siempre delante de mí"
Y mientras recitamos
los salmos, mis recuerdos
interfieren
el rezo como radios y como roconolas.
Vuelven
viejas escenas de cine, pesadillas, horas
solas en
hoteles, bailes, viajes, besos, bares.
Y surgen
rostros olvidados. Cosas siniestras.
Somoza asesinado
sale de su mausoleo. (Con
Sehón,
rey de lo amorreos, y Org, rey de Basán).
Las luces
del "Copacabana" rielando en el agua negra
del malecón,
que mana de las cloacas de Managua.
Conversaciones
absurdas de noches de borrachera
que se repiten
y se repiten como un disco rayado.
Y los gritos
de las ruletas, y las roconolas.
.................................................................."Y
mi pecado está siempre delante de mí"
Es la hora en
que brillan las luces de los burdeles
y las cantinas.
La casa de Caifás está llena de gente.
Las luces
del palacio de Somoza están prendidas.
Es la hora
en que se reúnen los Consejos de Guerra
y los técnicos
en torturas bajan a las prisiones.
La hora
de los policías secretos y de los espías,
cuando los
ladrones y los adúlteros rondan las casas
y se ocultan
los cadáveres. Un bulto cae al agua.
Es la hora
en que los moribundos entran en agonía
La hora
del sudor en el huerto, y de las tentaciones.
Afuera los
primeros pájaros cantan tristes,
llamando
al sol. Es la hora de las tinieblas.
Y la iglesia
está helada, como llena de demonios,
mientras
seguimos en la noche recitando los salmos.
(De
GETHSEMANI, Ky, 1960)