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LAS PLAYAS
DE CHILE V
Chile
no encontró un solo justo en
sus playas
apedreados nadie pudo
lavarse las
manos de estas heridas
porque apedreados
nadie encontró un solo justo en esas
playas sino
las heridas de la patria abiertas llagadas
como si
ellas mismas le cerraran con sus sombras los
ojos
i. Aferrado
a las cuadernas se vio besándose a sí
ii. Nunca
nadie escuchó ruego más ardiente que el
de sus labios
estrujándose contra sus brazos
iii. Nunca
alguien vio abismos más profundos que las
marcas de sus
propios dientes en los brazos
convulso como
si quisiera devorarse a sí mismo
en esa desesperada
Porque apedreado
Chile no encontró un solo justo en
sus playas
sino las sombras de ellos mismos flotando
sobre el
aire de muerte como si en este mundo no
hubiera
nadie que los pudiera revivir ante sus ojos
iv. Pero
sus heridas podrían ser el justo de las playas
de Chile
v. Nosotros
seríamos entonces la playa que les alzó
un justo desde
sus heridas
vi. Sólo
allí todos los habitantes de Chile se habrían
hecho uno hasta
ser ellos el justo que golpearon
tumefactos esperándose
en la playa
Donde apedreado
Chile se vio a sí mismo recibirse como
un justo
en sus playas para que nosotros fuésemos allí las
piedras
que al aire lanzamos enfermos yacentes
limpiándonos
las manos de las heridas abiertas de mi
patria