volver

Iglesias de Chiloé
En el camino del patrimonio de la Humanidad

por Hernán Barrientos

*Prof. Titular de la Universidad de Chile, Director Coordinador de la Fundación Cultural Amigos de las Iglesias de Chiloé. Actualmente es Director del Departamento de Historia y Teoría de la Arquitectura de la Universidad de Chile, Presidente del Patrimonio Arquitectónico del Colegio de Arquitectos de Chile y su representante en el Consejo de Monumentos Nacionales.

La reunión del bureau del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, realizada en París entre los días 26 de Junio y 1°de Julio, aprobó por unanimidad la nominación de 14 iglesias de Chiloé, representativas de la escuela chilota - declaradas Monumentos Históricos de Chile - como Patrimonio de la Humanidad; ahora resta su ratificación por la Asamblea General a realizarse en Australia en diciembre próximo.

Actualmente existen en el Archipiélago de Chiloé unas 60 iglesias que corresponden a una tipología, la cual denominamos Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera. Su carácter de escuela viene dado por construir, estos inmuebles un "tipo" cuyo devenir y transformaciones los han establecidos en el plano cultural como "Arquetopo". Los elementos básicos de este tipo: la explanada, el volumen horizontal, la torre fachada, la bóveda y el sistema constructivo. Estos elementos definitorios se han mantenido constantes a lo largo del tiempo. Esta tipología de arquitectura religiosa es la manifestación más eximia de la arquitectura en madera propia del archipiélago, cuyas características esenciales aparecen también en las viviendas urbanas y rurales en las embarcaciones, etc.

De ese conjunto de aproximadamente 60 iglesias, postulan solamente 14; seleccionado los mayores y más significativos exponentes de esta tipología, considerado su valor artístico - arquitectónico, su importancia histórico y su valor dentro de la comunidad chilota, tanto global como localmente. La selección no es arbitraría; en el universo de las iglesias tradicionales chilotas, es claro que hay determinados exponentes que se han constituido en modelos, generando "series" que se inspiran en sus características. En virtud de la existencia de estos modelos, es que es posible identificar, por ejemplo variantes locales de la tipología, que desarrollan determinadas características de iglesia - modelo. A través de la postulación d sus 14 exponentes más señeros, lo que se busca es poner de relieve el valor de toda la tipología, y de la escuela como tal. Esta escuela se ha desarrollado a través de casi cuatro siglos, alcanzando su forma madura a mediados del siglo XIX, con la consolidación de su elemento característico, la torre - fachada,

El fructífero diálogo intelectual del que esta valiosa escuela arquitectónica es resultado solo pudo existir gracias a las peculiaridades de la conquista europea del territorio chilote. Esta conquista, tanto desde el punto de vista material como en su vertiente espiritual, reconoció y conmovió con el elemento indígena, para luego fundirse con él, dando cuerpo a la cultura chilota.

En el plano espiritual, esto queda de manifiesto en el modus operandi de la misión circular, ideada por los jesuitas para evangelizar a esta población dispersa, semisedentaria, que se comunica entre sí por el mar. Más que hacer de ellos un objetivo de evangelización, los jesuitas quisieron construir con ellos una comunidad religiosa participativa y cohesionada; matizando el enfoque paternalista. Los misioneros no sólo transmitieron al indígena formas "civilizadas" de subsistencia. Ellos hicieron del indígena el protagonista de su vida espiritual, lo que se tradujo en un sistema comunitario (los fiscales), y en una religiosidad que incorpora, reinterpretadas las creencias indígenas.

La misión circular, a través de la construcción de las capillas, es el factor determinante no sólo de las configuración urbana de los poblados chilotes, sino más aún, de la urbanización del territorio. El aislamiento, la pobreza y la amenaza de las potencias extranjeras, impidieron a los españoles imponer su patrón de urbanización, y en buena medida, su forma de vida. Buena parte de la población europea tuvo que asentarse junto a los indígenas, convivir con ellos, y aprender de su sabiduría para subsistir en el medio. El lenguaje nativo fue dominante en muchos ámbitos de acción, por más de una centuria. El mestizaje fue tanto racial como cultural.

El conocimiento de la mentalidad y forma de vida, que se materializan en las iglesias que son materia de la postulación, nos ponen de relieve una serie de valores humanos, tales como la solidaridad, la participación, el sentido de comunidad y el deseo de trascendencia. Es por ello que las iglesias de Chiloé representan un patrimonio tangible tanto como intangible de valor universal.

El pueblo chilote tiene una identidad propia, diferente y distinguible dentro del contexto del país. El es en alto grado, consciente de esta identidad y de esta diferencia. En Chiloé es notorio el orgullo por la propia historia y el apego a las propias tradiciones. Sin embargo por otra parte, el desarrollo económico y la globalización de las comunidades están haciendo su efecto en vastos sectores de la población.

El trabajo de elaboración del expediente para la UNESCO del que hemos seleccionado algunos fragmentos constituyó una "minga", en que cada institución participante aportó lo suyo.

El Consejo de Monumentos Nacionales coordinó el proceso y organizó la información aportada. El Obispado de Ancud, a través de su Fundación con Todos, aportó la información, relativa a la organización eclesial de la diócesis y a sus actividades y proyectos; además, movilizó a las comunidades de las iglesias para que se pronunciaran y aportaran su punto de vista sobre la protección patrimonial de sus templos. La Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé contribuyó con la documentación de sus archivos, y con el trabajo de sus directivos y personal; participaron en la redacción del texto de la postulación y en la supervisión de todo el proceso. La Gobernación Provincial apoyó el trabajo desde el terreno.

La Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile aportó las investigaciones sobre la arquitectura chilota, antecedentes fundamental del expediente. La Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos colaboró a través del Museo Regional de Ancud, y con la completa bibliografía del tema. La escuela de arquitectura de la Universidad de Los Lagos realizó la delimitación gráfica y la descripción de los bienes a postular.

Las Municipalidades de las Provincias de Chiloé remitieron información sobre la vida cultural y social de las comunidades en cuestión. La División de Cultura del Ministerio de Educación aportó su Cartografía Cultural de Chiloé y colaboró con la edición y reproducción de videos, que remitieron como material de apoyo a la UNESCO.

volver