Rasgos de una sensibilidad Entre los rasgos del espiritualismo de vanguardia a que se adscriben los autores mencionados y que se pueden inferir de sus obras, cabe señalar los siguientes: - La idea de que la vida espiritual y la experiencia del alma, es la más sublime y trascendente experiencia humana; la única que enaltece y justifica la existencia; una experiencia próxima al campo de la mística, de la religión y del arte pero sin que pueda encasillarse en ninguna de ellas (cabe señalar que algunas autoras, como es el caso de María Luisa Fernández de García Huidobro escribieron poemas religiosos y católicos, la mayoría sin embargo se movía en un campo religioso ecléctico y cristiano pero lejos e incluso en ocasiones muy crítico a la ortodoxia y a la beatería). - La interioridad, el alma, y la profundidad de la vida espiritual deben ser el foco de la creación y también su materia prima y fuente de inspiración. Como el desarrollo de esta interioridad requiere espacio narrativo, los géneros preferidos serán la novela y la prosa poética, o géneros memorialísticos mayores como los diarios de vida o diarios de viajes, y también géneros memorialísticos menores como los "recuerdos", "perfiles" "evocaciones" o "viñetas". - La espiritualidad y la vida del alma más que por el camino de la razón o de lo meramente descriptivo se da por la vía de los presentimientos, las revelaciones fugitivas e inexplicables, las evocaciones, las sugestiones, las divagaciones, las intuiciones súbitas, el sufrimiento, la resignación y los grandes dolores. Frente a la eficacia estética que para el modernismo tienen el hedonismo y el placer, el espiritualismo cree en la eficacia del dolor. El narrador tiene a menudo el don de la clarividencia. Tales son los mecanismos de composición que caracterizan a los creadores de esta corriente, como también las relaciones que se dan entre los personajes de sus obras; son este tipo de mediaciones las que permiten develar en unos y otros la vida del espíritu. - El reino del espíritu no tiene fronteras ni nacionalidad ni prejuicios; se trata de una sensibilidad que practica una suerte de ecumenismo espiritual. "No son -dice Iris- los barcos ni los trenes los que alejan o acercan los corazones. Son los grados de nuestro desarrollo interior. Por encima de las ciudades chatas o de los altos rascacielos que habitamos, están las ciudades espirituales a que pertenecemos, y cuya legítima ciudadanía no limitan ni distancian las fronteras" nacionales.(41) - A pesar de este declarado ecumenismo hay en la obra de los autores antes mencionados una marcada presencia de la cultura francesa, recurriendo incluso al uso frecuente de giros y exclamaciones en ese idioma, o lisa y llanamente escribiendo directamente en francés. Ello se explica, por una parte, por la vinculación que existía a comienzos de siglo entre la cultura francesa y la aristocracia en todos los planos de la vida (ropa, comida, educación, costumbres, manifestaciones artísticas etc.); y, por otra, porque el francés era considerado la lengua por excelencia del espíritu, frente al inglés que era considerado el idioma de los negocios y de la vida práctica. Son franceses también los autores y lecturas preferidas, además de Maeterlinck, Ibsen, Tolstoi y Tagore. - El gran y casi único tema es la biografía interior. Una narración de una vida o de un momento excepcional de una vida debe ser el centro de toda gran obra, (sea ésta novela, diario, relato o teatro); las obras por lo tanto deben ser no el itinerario de las peripecias externas sino el relato de los vaivenes del alma. - La naturaleza y los paisajes son elementos que a menudo se encuentran en correspondencia con la intimidad y las vivencias espirituales; a la manera romántica la naturaleza forma parte de los paisajes del alma, todo lo cual da lugar a armonías y correspondencias, a mecanismos de analogía entre el alma y la belleza del universo, pero también, en ocasiones, a desencuentros. - Las mujeres, por su naturaleza, están particularmente dotadas para la vida del espíritu. Mientras el hombre -dice Iris- tiene el sentido propio de la vida a que pertenece -el sentido terrenal por excelencia- la mujer lleva añadido a su sexo una ala ...un ala que la remonta a la esfera superior, sin dejar, por eso de seguir perteneciendo a la tierra(42). De allí que la mayoría de las obras que pueden inscribirse en esta sensibilidad, tanto las publicadas como las inéditas, son obras de mujeres, obras que afirman un tipo especial de sensibilidad y de visión del mundo; autoras que se distancian -y a menudo critican- la visión tradicional de la mujer circunscrita a la familia y al hogar. No debe sin embargo asimilarse dicha postura al feminismo contemporáneo, la afirmación feminista vinculada al espiritualismo aristocrático, no atacaba la institución del matrimonio o de la familia en sí, sino la forma que estas instituciones habían asumido en el sector social dominante, en que el marido como "gran señor y rajadiablos" tenía todas las libertades y la mujer todas las restricciones. - La mayor parte de las autoras y autores vinculados a esta tendencia tienen una visión crítica y más bien negativa de Chile, situándose en las antípodas a cierto chauvinismo propio del nacionalismo cultural dominante. "Por desgracia hay en mi tierra -dice una de ellas- una vejez en las almas, una ranciedad de mente, una opacidad de atmósfera, que cuando encontramos algo espontáneo, ligero, preguntamos atónitos si por ventura hemos traspasado la frontera del país".(43) - Aun cuando esta sensibilidad tiene elementos tardorrománticos (por ejemplo, el tratamiento de la naturaleza como paisaje del alma) o modernistas (por ejemplo, el uso frecuente de galicismos o contenidos antirracionalistas y antipositivistas), ella no puede adscribirse sin embargo a ninguna de estas tendencias. En el espiritualismo de vanguardia no se encuentra ni el léxico rubendariano ni la fijación objetual hedonista belle époque que caracteriza al modernismo; por otra parte ni en el romanticismo hispanoamericano(44) ni en el modernismo canónico se da una afirmación de lo femenino y de su especificidad al modo en que se da en la tendencia que estamos describiendo. |