Disputas intelectuales y políticas modernas La celebración del centenario en Chile si bien concitó la euforia en los días del 18 de septiembre, fue sin embargo un espectáculo con grietas, con pliegues e intersticios, que no tuvo la unanimidad celebratoria que caracterizó al centenario argentino(9). Son precisamente estos entretelones y resquebrajamientos los que nos permitirán revelar la virtualidad significativa y polémica del acontecimiento (cuyas interpretaciones y residuos de alguna manera se prolongan -como veremos más adelante- hasta el presente). El despliegue de estos quiebres (en una superficie que parecía lisa y bruñida) nos permitirá ampliar la estrecha autoconciencia del país proclamada por el discurso oficial. Los entretelones de la celebración se advierten incluso en el propio ámbito de gobierno, pero también en un abanico de posturas intelectuales y políticas, posturas que desde distintos ángulos o corrientes de pensamiento perfilan un país diferente al que existe. Desde esta perspectiva el centenario resulta importante para la historia de las ideas y de la cultura, puesto que en torno a él se tematizan cuestiones que han caracterizado a la vida intelectual y política del país en el siglo veinte (la educación como factor de movilidad social; rol del Estado con respecto a los distintos sectores sociales; aspiración de equidad y justicia social; vinculación de la enseñanza con la vida práctica y la industrialización del país; visiones diversas de la modernización de acuerdo a los distintos intereses económico y sociales; la alternativa de la reforma para evitar la revolución). |