Siguiendo al historiador
magallánico Mateo Martinic Beros, y coincidente con el testimonio de Rosa
Yagán, dada la amplitud del territorio ocupado por este pueblo, se distinguieron
cinco parcialidades Yagán, distribuidos cardinalmente.
Wakimaala,
ubicado en Canal Beagle desde Yendegaia hasta Puerto Róbalo, incluyendo
Isla Ambarino, el Canal Murria e Isla Hoste.
Utamaala, al este de Puerto Williams y la Isla Gable hasta las
islas Picton, Nueva y Lenox.
Inalumaala, en el Canal Beagle, desde la punta Divide hasta el
Brecknock
Yeskumaala, ubicado en el archipiélago del Cabo de Hornos.
Ilalumaala, desde Bahía Cook, hasta el falso Cabo de Hornos.
Sus diferencias no
sólo radicaban en su distribución geográfica, sino que posibilitaron también,
la formación de variedades dialectales de la lengua Yagán distintivas
de cada subgrupo. Valga consignar además, que dada la distribución mencionada,
estas parcialidades establecieron diversos tipos de contactos con sus
vecinos inmediatos pues el grado de influencia cultural provocado por
el vínculo con otras etnias, variaba locacionalmente.
Dada la alta movilidad
espacial de los canoeros Yagán, es natural que hallan establecido lazos
de intercambio con algunos de los otros pueblos cazadores fueguinos. Tal
afirmación es especialmente válida cuando revisamos las informaciones
aportadas por fuentes primarias, en cuanto a la relación entre los Yagán
y los Selk'nam que habitaron en los sectores más australes de Tierra del
Fuego.
En efecto, sabemos
por antecedentes históricos, que la relación entre estos pueblos se caracterizó
por algún grado de hostilidad mutua, derivada de la competencia por espacios
territoriales y productivos comunes.
A los Yagán debemos
la designación de "Ana" dada históricamente a los Selk'nam,
concepto al que se le ha atribuido un sinnúmero de significados. Además,
es interesante destacar que en lengua Yagán, la Isla Tierra del Fuego
recibe el nombre de Aunaisín (la Isla de los Ona), y el canal Beagle es
llamado Aunashaka (el Canal de los Ona).
Diversos etnógrafos
coinciden en señalar que en varias ocasiones se produjeron enfrentamientos
entre yaganes y selk'nam, que concluían con la captura de prisioneros,
el robo de mujeres, y aun la muerte de algunas personas en estos encuentros.
Sin perjuicio de lo
anterior, y dada lo complementario de los recursos obtenidos por ambas
etnias en sus respectivos nichos ecológicos, es posible pensar en la existencia
de intercambio amistoso entre estos pueblos en algunos sectores de la
costa norte del Canal Beagle. De manera semejante, esta situación probablemente
se repitió en la relación entre los Yagán y los Haush, pueblo cazador
terrestre que habitó la Península de Mitre, y que compartía algunos elementos
afines con la cultura Selk'nam.
Con los canoeros Kawésqar,
aun existiendo afinidades culturales, que han inducido a muchos especialistas
a pensar que descenderían de un tronco cultural común, las relaciones
parecen no haber sido del todo armoniosas, situación que no sería particularmente
extraña si pensamos que ambas tradiciones compitieron por algunos espacios
productivos, especialmente en zonas de contacto, como es el caso de la
Península de Brecknock.
De acuerdo a los relatos
orales de los más ancianos, se advierte que las relaciones interétnicas
fueron, al menos en algún período de abierta hostilidad, y la causa atribuida
por los descendientes de estas etnias se relaciona a la captura de mujeres,
y el robo de los productos de la caza de un grupo a otro. En este contexto,
una de las interpretaciones probables para el apelativo "Alacalufe",
con el que se ha conocido tradicionalmente a los Kawésqar, parece originarse
del yagán, y cuyo significado alude despectivamente a gente que "come
choros".
Con todo, igualmente
es posible inferir que, dada la movilidad más septentrional de los Kawésqar,
se haya registrado cierta compatibilidad de recursos en relación con los
Yagán, por lo que no sería impensable encontrar evidencia de intercambio
en zonas de contacto.
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