Notas

1. Informante señora Adriana Sáez B. (Santiago de Chile)

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2. Guillermo Perkins Hidalgo, en ‘Leyendas y Supersticiones de Iberá", publicadas en Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología N~ 4, Buenos Aires, Argentina, 1963. Recoge esta versión: "El Chingolo. Todavía parece que anda con su grillo, recordando al mundo un pecado. Era un hombre impetuoso y lleno de soberbia. Tenía mucha fuerza y cometió una vez la terrible profanación de derribar el pesado portal de una iglesia. Por eso fue engrillado y conducido a la cárcel, de donde más tarde salió volando, doblemente castigado por la justicia del Cielo".

"El Chingolo, diminuto y nervioso, es el único pájaro que camina a saltitos como si estuviera maneado por invisibles grillos..."

"El Chingolo es sociable y visita los patios familiares en busca de migas de pan y restos de comida. Sólo se aleja con rapidez, cuando advierte la presencia peligrosa de un gato. Por eso dice el refrán, cuando alguien llega a una casa como el Chingolo, en forma inesperada, sin previa invitación ni aviso, a la hora habitual de la comida:

¡Entra solo

como el Chingolo!

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3. Recogida por Cremilda Manríquez en "Estudio del Folklore de Cautín", y por Lucila Muñoz, en "Estudio del Folklore de San

Carlos", Anales de la Facultad de Filosofía y Educación". Sección de Filología. Tomo III, 1941-1943. Universidad de Chile. Santiago de Chile, 1943.

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4. Entregado por don Guillermo Krumm Saavedra (Santiago de Chile).

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