Ya que no queda otra
alternativa
Que degollar al cordero
pascual
Para que el ser humano
coma carne
Me permito pedir humildemente
Que en lo posible no
se le mate con dolor.
Hay que enterrar la
daga con cuidado
Sin olvidar que es
un simple cordero
El que se está matando
Y no un león ni un
tigre de Bengala.
Una vez perpetrado
El vergonzoso crimen
necesario
Rogaría al verdugo
Que se lave las manos
con salmuera
Para borrar el olor
de la sangre.
Y mucho cuidado con
los perros y gatos:
Algo que no debemos
permitirnos
Es compartir con otros
animales
El alimento del cordero
pascual.
Aprovechemos hasta
la última fibra.
Y no lo comamos con
el ceño fruncido
Sino con gran respeto.
Casi con sentimiento
religioso.
Y después del banquete
Demos las gracias al
sistema solar.
de Canciones
rusas (Santiago, Universitaria, 1967)
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