LA MONTAÑA RUSA |
Durante medio siglo
La poesía fue El paraíso del tonto solemne. Hasta que vine yo Y me instalé con mi montaña rusa. Suban, si les parece. Claro que yo no respondo si bajan Echando sangre por boca y narices. De Versos de salón (Santiago, Nascimento, 1962)
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