Desde el año 2000 que la Universidad de Chile ha colaborado en investigaciones para promulgar leyes antitabaco en el país. A propósito de ello, el estudio “Percepción de riesgo en el diseño de las cajetillas de cigarrillos en adolescentes de 8º básico a 4º medio, Región Metropolitana, Chile, 2015” brindará antecedentes para apoyar la modificación de la ley 19.419, que busca adecuar los estándares nacionales al Convenio Marco Internacional de la Organización Mundial de la Salud para el control de tabaco.
La doctora Marcia Erazo, jefa del programa Nutrición de Poblaciones de la Escuela de Salud Pública (ESP) e investigadora principal del estudio, afirmó que “la investigación confirma que la disponibilidad y promoción del tabaco es un aspecto fundamental para que los niños, niñas y adolescentes inicien el consumo de tabaco. Y esta disponibilidad está compuesta por tres aspectos fundamentales: económico, disponibilidad en el mercado y disponibilidad social a través de amigos o familia”.
Chile presenta una de las mayores cifras de tabaquismo con una prevalencia de consumo de 40 por ciento en población general y el segundo lugar a nivel global entre adolescentes. Por su parte, las mujeres entre 13 a 18 años presentan la prevalencia más alta de tabaquismo a nivel mundial con un 40 por ciento.
En este sentido la académica aseveró que “la promoción de los productos de tabaco es una práctica ampliamente utilizada por la industria. Se ha demostrado que este tipo de acciones son efectivas para atraer la atención de los niños hacia sus productos, incrementando el número de niños y adolescentes que inician el consumo”.
En la vereda contraria, los análisis que han evaluado el efecto del empaquetado plano encontraron que los adolescentes los consideran menos atractivos para iniciar su consumo, así como más fácil para dejar de fumar, en comparación con los empaquetados habituales. De esta forma, “los adolescentes consideran que la cajetilla plana transmite menos imagen de éxito, exclusividad, sociabilidad, juventud y el concepto ‘light’. En consecuencia, la cajetilla plana disuadiría a los adolescentes de empezar a fumar hasta 5 veces más y animaría a dejar de fumar hasta 6 veces más, comparado con la cajetilla con marca”, enfatizó la doctora Erazo.
Respecto a la importancia de este proceso, la académica destacó que “con esta información aportamos a la política pública que busca prevenir el consumo de tabaco en adolescentes, a fin que no inicien el consumo de tabaco o que lo puedan dejar más fácilmente”.
Cabe destacar que la doctora Erazo, junto con liderar el Programa de Nutrición de Poblaciones de la ESP, forma parte de un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud que están elaborando recomendaciones para el control de las enfermedades no trasmisibles, entre cuyos factores de riesgo está el tabaco.