Después de casi dos años de pandemia, en Chile se asoma la posibilidad de disfrutar las tradicionales celebraciones de septiembre de manera "parecida" a lo normal. Las cuecas, bailes y comidas de las celebraciones dieciocheras aparecen una vez más en nuestro imaginario social como sinónimo de una identidad común nacional. Sin embargo, cabe preguntarse cómo percibimos el folclore chileno luego del quiebre que significó el estallido social y el silencio que vino tras la pandemia.
Para Óscar Ramírez, director del Ballet Folclórico Antumapu de la Universidad de Chile, el folclor es una expresión cultural de las personas que habitan un territorio, dinámica, y que -por lo tanto- siempre se está renovando. En este sentido, la comida, la música, o los bailes folclóricos son solo una expresión o forma artística que resulta de las relaciones interpersonales.
En este sentido, Ramírez afirma que lo que la sociedad chilena comprende como folclore está mutando. "En especial, porque en campamentos, poblaciones y sectores más frágiles económicamente, en diversos sectores de Chile, se está forjando una forma de vida más comunitaria debido a la precarización de su situación económica", indica.
A este cambio, se suma que muchas personas, en especial jóvenes, buscan una nueva forma de entender la relación del ser humano con la naturaleza. "Estas mismas personas también valoran de forma diferente a las clases populares y postergadas, así como a nuestros pueblos ancestrales y sus cosmovisiones. Esto, sin duda, cambiará lo que percibimos como folclore o identidad chilena", indica Ramírez.
Folclore músical y la Nueva Canción Chilena
Para Horacio Salinas, músico y compositor chileno, integrante del conjunto Inti-Illimani histórico, y quien fue estudiante de la Universidad de Chile, el desarrollo del folclore musical en Chile tuvo un antes y después de Violeta Parra, quien podría considerarse como la base o puntal de lo que conocemos como el movimiento de "La Nueva Canción Chilena", que "se caracteriza por ser una síntesis de los sonidos latinoamericanos y cuyo canto o poética pone en el centro al 'ser humano' y los dilemas existenciales y desafíos que le proponen los territorios que habita", explica.
Inti-Illimani fue parte y protagonista de la escena musical que habitó "La Nueva Canción Chilena", en el marco de la irrupción del arte de Violeta Parra, "quien además de hablar de lo que le pasa al otro, también incorporó nuevos elementos e instrumentos musicales a su música. Es por eso que 'La Nueva Canción Chilena' integra una síntesis de sonoridades que pretende centrar la mirada musical y poética en quienes habitan el país. Los músicos chilenos componemos música mirando en el espejo retrovisor. Toda la música chilena está permeada por lo espléndido de su arte", agrega el músico.
Sostiene, además, que en los últimos 30 años existe un cambio en la percepción de la importancia que tienen las tradiciones populares. "En general, en Chile, lo folclórico es desdeñado o no considerado como importante. Sin embargo, muchos músicos jóvenes y la población en general hemos ido descubriendo el encanto que tiene nuestra tradición folclórica".
Por otra parte, a pesar de que la pandemia no ha sido un momento propicio para el desarrollo del arte, se mantiene esperanzado sobre los cambios que puede traer la Convención Constitucional a la propia expresión de nuestra cultura. "Este problema cultural de desdeñar lo "folclórico" cambiará en la medida en que vivamos con mayor autenticidad", finaliza.
En Tantuku, la plataforma de recursos culturales de la Universidad de Chile puedes leer el libro "La Nueva Canción Chilena" así como algunas presentaciones del Ballet Folclórico Antumapu que este año cumplió 50 años. En Tantaku, cada semana, seleccionamos y sumamos nuevos productos como piezas audiovisuales, podcast, obras de arte, tesis de investigación, libros digitales y más. ¡Te esperamos!