Reconocimiento institucional

Facultad de Medicina celebra a siete nuevos profesores eméritos

Facultad de Medicina celebra a siete nuevos profesores eméritos
Doctores Miguel O'Ryan, Cecilia Sepúlveda, María Eugenia Pinto, Juan Pablo Jiménez, Luigi Devoto, Luis Cartier, Ítalo Braghetto, Rodolfo Armas y Rosa Devés.
Doctores Miguel O'Ryan, Cecilia Sepúlveda, María Eugenia Pinto, Juan Pablo Jiménez, Luigi Devoto, Luis Cartier, Ítalo Braghetto, Rodolfo Armas y Rosa Devés.
El doctor Miguel O'Ryan reconoció en todos los homenajeados a "académicos de la más alta jerarquía que han consagrado sus competencias y calidad humana a la formación de generaciones de estudiantes"
El doctor Miguel O'Ryan reconoció en todos los homenajeados a "académicos de la más alta jerarquía que han consagrado sus competencias y calidad humana a la formación de generaciones de estudiantes"
Doctor Rodolfo Armas Merino
Doctor Rodolfo Armas Merino
Doctor Ítalo Braghetto
Doctor Ítalo Braghetto
Doctor Luis Cartier
Doctor Luis Cartier
Doctor Luigi Devoto
Doctor Luigi Devoto
Doctor Juan Pablo Jiménez
Doctor Juan Pablo Jiménez
Doctora María Eugenia Pinto
Doctora María Eugenia Pinto
Doctora Cecilia Sepúlveda
Doctora Cecilia Sepúlveda
La rectora de la nuestra corporación, doctora Rosa Devés, destacó el significado de esta distinción “que reconoce méritos y una trayectoria académica ejemplar"
La rectora de la nuestra corporación, doctora Rosa Devés, destacó el significado de esta distinción “que reconoce méritos y una trayectoria académica ejemplar"

El 18 de mayo de 2023, en una solemne ceremonia presidida por la rectora de la Universidad de Chile, doctora Rosa Devés, junto al decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O’Ryan, se hizo entrega de la distinción Profesor Emérito a siete académicos y académicas de renombrada trayectoria profesional y docente de este plantel. Los distinguidos fueron los doctores Rodolfo Armas Merino, Ítalo Braghetto Miranda, Luis Cartier Rovirosa, Luigi Devoto Canessa, Juan Pablo Jiménez de la Jara, María Eugenia Pinto Claude y Cecilia Sepúlveda Carvajal.

Para dar inicio a la ceremonia, el doctor Miguel O’Ryan se refirió al invaluable aporte al desarrollo de la enseñanza en salud y la formación de profesionales que durante casi dos siglos ha realizado la Facultad de Medicina, “fruto de la perfecta conjunción entre la templada sabiduría que otorga la experiencia y el espíritu crítico e inquieto que vive de la exploración permanente de las fronteras del conocimiento. Es, si se permite el símil, la armonía de un río: siempre el mismo, pero siempre distinto”.

Por ello, añadió que “mantener en el tiempo la continuidad perfecta de ese curso de agua transparente ha sido posible gracias al acopio y atesoramiento del legado de nuestros maestros. Como todos sabemos, el conocimiento y la ciencia son procesos de desarrollo continuo, cuyo hilo conductor debemos fortalecer permanentemente.  En esta solemne y significativa ceremonia, saludamos la continuidad de ese río. Reconocemos con todo el honor que merecen, la distinción que reciben Rodolfo, Ítalo, Luis, Luigi, Juan Pablo, María Eugenia y Cecilia, todos ellos  académicos de la más alta jerarquía que han consagrado sus competencias y calidad humana a la formación de generaciones de estudiantes”.

Los premiados

El doctor Rodolfo Armas es médico cirujano y especialista en Medicina Interna de la Universidad de Chile. Ha sido docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile desde julio de 1965, donde alcanzó la jerarquía de Profesor Titular. Fue director del Departamento de Medicina Occidente entre 1986 y 1994. El profesor Armas recibió el Premio Nacional de Medicina en 2010 y la Medalla Rector Juvenal Hernández de la Universidad de Chile en 2016.

En su alocución, el doctor Armas recorrió algunos de los grandes hitos que marcaron la formación profesional médica, como la fijación de estándares de calidad, el surgimiento de la bioética y la medicina basada en la evidencia. Además, se refirió a su amor por el servicio público y al rol de la Universidad de Chile en su carrera, señalando que “la universidad nos enseñó que la medicina es un servicio, que se trabaja en equipos jerarquizados, que es básico adquirir un pensamiento crítico, que no nos puede ser indiferente la inequidad y especialmente si ella es social y sanitaria; que estudiar y aprender no son opciones sino una obligación ética de por vida, que la persona enferma merece nuestro mayor respeto. Es decir, la universidad nos entregó un currículum oculto muy macizo, lleno de valores. 

 

El doctor Ítalo Braghetto es médico cirujano y especialista en cirugía digestiva de la Universidad de Chile. Es Profesor Titular de la Facultad de Medicina desde 1994. Entre 1992 y 1996 fue subdirector del Departamento de Cirugía, para más tarde ser su director entre 2013 y 2015. En 1996 se integró al equipo directivo del Hospital Clínico, donde posteriormente fue director general (2000-2006). Es reconocido por sus pares como un referente mundial en la cirugía esofagogástrica.

“Estar aquí es fruto del esfuerzo que me inculcaron mi nonno, mis padres y mis profesores de pre y post grado. Soy producto de esta facultad, de esta universidad y de este hospital, y he sido muy autoexigente. En lo docente, que siempre me gustó, pienso que lo asistencial y la enseñanza van de la mano para hacer medicina de buen nivel. Me gustó enseñar a los estudiantes y a los becados y fui muy exigente con ellos, de los cuales muchos son docentes ahora del HCUCH. Me entregué con fuerza a mis pacientes, y eso me lo enseñaron mis profesores. Y en investigación, me di cuenta de la tremenda brecha que tenemos con respecto a los países desarrollados; es un desafío pendiente que tenemos para la formación de futuros académicos”, dijo el doctor Braghetto.  

El doctor Luis Cartier es médico cirujano y especialista en Neurología de la Universidad de Chile. Inició su actividad académica en la Casa de Bello en 1971, donde alcanzó la jerarquía de Profesor Titular en 1988. Fue consejero académico de la Facultad de Medicina Oriente de la Universidad de Chile entre 1972 y 1974. Contribuyó significativamente en el ámbito de las enfermedades neurodegenerativas y encefalopatías espongiformes. Recibió el nombramiento de Maestro de la Neurología Chilena en 2010.

 En su mensaje a la comunidad universitaria, el doctor Cartier dijo que “no tengo más que agradecerle a la Universidad de Chile por todas las cosas que he podido hacer, como contribuir a la formación de la mitad de los neurólogos de Chile en los 50 años que estuve en la docencia. Haberme dedicado a las enfermedades raras, como es la de Creutzfeldt Jacob, no lo habría podido hacer sino dentro de una universidad y de un ambiente que lo fomentara; el HTLV1, que lo descubrimos hace ya muchos años, es otro de los temas que pude hacer gracias a que la universidad me lo permitió. Sin la contribución tanto de sus docentes, los colegas con los que trabajaba y los médicos del Servicio de Neurología del Hospital del Salvador, no habría podido hacer nada. Por eso mi agradecimiento va para ellos, para la universidad y para todos por esa posibilidad de llegar a este punto de mi vida”.  

El doctor Luigi Devoto es médico cirujano y especialista en Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Chile. Luego de su formación en la Universidad de Pensilvania, Devoto volvió a la Universidad de Chile, donde alcanzó la jerarquía de Profesor Titular en 2002. Se integró al Instituto de Investigaciones Clínicas del Campus Centro, donde ocupó el cargo de subdirector. En 1990 asumió la dirección del Instituto de Investigaciones Materno Infantil (IDIMI) de la Universidad de Chile, dos años después de su creación. Participó en la creación del Programa conducente a título en la Subespecialidad de Medicina Reproductiva e Infertilidad. Además, es miembro de la Academia Chilena de Medicina.

En sus palabras, recordó que “en el Hospital San Borja Arriarán y con la Universidad de Chile estuvimos muy vinculados con la Fundación Rockefeller, lo que nos permitió mejorar la situación de los estudios de reproducción humana. Fuimos primeros en Chile en la endoscopía ginecológica y la fertilización in vitro, dando la posibilidad a mujeres de bajos recursos económicos pudieran generar su satisfacción desde el punto de vista de su maternidad. Además, formamos a una gran cantidad de médicos jóvenes que en la actualidad están llevando a cabo un programa de fertilización asistida en nuestro hospital”.

El doctor Juan Pablo Jiménez es médico cirujano y especialista en Psiquiatría de la Universidad de Chile. Sentó las bases para el desarrollo de la psicoterapia en Chile. Dirigió el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Facultad de Medicina entre 2001 y 2013. El profesor Jiménez destaca por su labor como uno de los fundadores y director, por parte de la Universidad de Chile, del Doctorado en Psicoterapia, programa realizado en colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Heidelberg, Alemania. En 2014 co-fundó el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP).

Al dirigirse a los asistentes, el doctor Jiménez recordó sus años de dirigente estudiantil en una ocasión en la que, al llegar a la Casa Central de nuestra corporación, “apareció ante mí un cartel colgado en el frontis que decía: “Por una Universidad cuyo norte sea Chile y las necesidades de su pueblo”. Esa consigna me marcó y ha guiado mi carrera profesional y académica hasta el día de hoy”. Luego, se refirió a lo que fueron sus primeros años docentes, sus estudios en psicoanálisis en Alemania y su decisión de abocarse a la formación de nuevas generaciones de investigadores en esta disciplina en nuestro país”. Así, reseñó su carrera y en particular las contribuciones del equipo que lidera en el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad; “desde Midap he vuelto a conectarme con el lema que colgaba en el frontis de la Casa Central en 1968. Hemos formado a decenas de investigadores en salud mental que están repartidos en más de 10 universidades de Santiago y regiones; se ha producido una impresionante cantidad de conocimientos científicos sobre depresión, que en nuestro país tiene una prevalencia de un 20% mayor que el promedio mundial.  Este concepto subvirtió en mi mente el modelo biomédico de la etiopatogenia en salud mental y me convenció que la academia debe levantar una voz que remueva la conciencia nacional en defensa de los derechos humanos y por la construcción de una sociedad menos violenta, más amable y solidaria”. 

La doctora María Eugenia Pinto es médica cirujana de la Pontificia Universidad Católica de Chile y especialista en Microbiología Clínica de la Universidad de Chile. Fue jefa de Unidad de Microbiología Campus Occidente de la Facultad de Medicina y del Laboratorio de Microbiología del Hospital San Juan de Dios entre 1973 y 1995. Alcanzó la jerarquía de Profesora Titular en 2014. Es Maestra de la Infectología Chilena y Maestra de la Medicina Interna, además de Miembro de Número de la Academia Chilena de Medicina desde 2014.

He vivido en una facultad que me respetó, me dio oportunidades y me apoyó en todo momento, donde formé parte de grupos multiprofesionales y multidisciplinarios que fueron mi fuerza, y con muchos de los cuales hemos mantenido una permanente cercanía. Trabajando en equipo, lo que uno puede lograr es el resultado del trabajo de muchos. El camino ha sido emocionante. La universidad ha sido una fuente de estímulo para aprender a enseñar y enseñar a aprender, y para rescatar los valores del respeto, del humanismo y de la ética”, señaló la profesora Pinto en la ceremonia.

La doctora Cecilia Sepúlveda es médica cirujana y especialista en Medicina Interna e Inmunología de la Universidad de Chile, donde es Profesora Titular. Ha trabajado en torno a VIH/SIDA, en aspectos clínicos, virológicos e inmunológicos. En 2006 se convirtió en la primera mujer Decana de la Facultad de Medicina, cargo que ocupó hasta 2014. También fue vicerrectora de Asuntos Académicos de la Universidad de Chile entre 2002 y 2006.

La académica indicó sentirse orgullosa “de sumarme a tantas otras mujeres que abrieron camino a otras. A medida que fui avanzando en la carrera académica fui tomando conciencia de lo difícil que puede ser para las mujeres llegar a las más altas jerarquías, requisito indispensable para optar a cargos de mayor responsabilidad. En mi época existían barreras visibles e invisibles para avanzar, por lo que la carrera académica se convertía en una verdadera carrera de obstáculos para algunas, quedando atrás mujeres muy valiosas. Afortunadamente, poco a poco se fue tomando conciencia de esta inequidad y la universidad fue tomando medidas para igualar la cancha.  Aún así, hoy persisten brechas, no solo en nuestra institución, que cada día va avanzando en este sentido, sino que en el país y en el mundo", dijo.

Al cierre de la ceremonia, la rectora de la nuestra corporación, doctora Rosa Devés, destacó el significado de esta distinción “que reconoce méritos y una trayectoria académica ejemplar. Pero tiene, de alguna manera, una diferencia con otras distinciones, ya que tiene consecuencias, porque es la renovación del vínculo con la Universidad; le pide a sus profesores y profesoras eméritas que permanezcan en ella para siempre. La institución las y los necesita. En ese sentido, esta distinción tiene algo muy hermoso y profundo", explicó.

La máxima autoridad universitaria también resaltó el pluralismo y diversidad que marcó esta ceremonia. "Es muy valioso el hecho de que sean carreras académicas tan potentes y de tanta importancia; a la vez, tan distintas y tan parecidas. Esos son atributos muy específicos de nuestra Universidad, que transmiten su grandeza y lo genuinamente pluralista que es. Estas vidas académicas no sólo nos muestran ese pluralismo, sino que también nos comprometen con ese pluralismo. Por eso, las y los necesitamos, porque hoy día tenemos nuevos desafíos, como construir una sociedad más igualitaria, cuidar a nuestras comunidades e internacionalizarnos", sostuvo la rectora.

De acuerdo a la normativa universitaria, la calidad de Profesor Emérito es otorgada por la Rectora con el acuerdo del Consejo Universitario. Se concede a las y los académicos de la más alta jerarquía que hayan cesado en sus funciones y sean dignos de este reconocimiento por sus méritos y contribución al saber superior. Se entrega desde 1971, y todos los premiados de esta ceremonia cursaron su carrera de pregrado o especialidad dentro de la Universidad de Chile.