Cuatro serían los principales desafíos de las políticas de inversión extranjera: subsanar la disminución de flujos de IED; la necesidad de aumentar los IED para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible; responder a las demandas tendientes a que la globalización sea más inclusiva y sustentable, y poner freno a las tensiones geopolíticas que han ido en aumento.
Así lo dio a conocer la jefa de la División de Inversiones de la OCDE, Ana Novik, quien de visita en nuestro país, ayer sostuvo un encuentro informal con alumnos y académicos del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
Durante la conversación, Novik destacó que los flujos globales de IED experimentaron una disminución del 24% (USD 1,286 billones) comparados con 2021, al tiempo que afirmó que los pronósticos para este año aún se mantienen inciertos.
Pese a lo anterior, también sostvo que las perspectivas de nuevos proyectos de inversión han permanecido positivas. “Los nuevos proyectos de inversión anunciados en 2022 no han seguido las caídas en la actividad de fusiones y adquisiciones. Asimismo, el gasto total de capital aumentó un 44% en países desarrollados y se duplicó en países emergentes y en desarrollo, en comparación con 2021. También es digno de destacar que en 2022, las tres principales fuentes de inversión en proyectos nuevos fueron los Estados Unidos, el Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos, registrándose un aumento en el gasto de capital en todos los sectores: manufactura (75%), servicios (35%) e infraestructura (47%).
Pero a juicio de Ana Novik, no se puede perder de vista que la fragmentación de los flujos de capital debido a temas geopolíticos y el posible surgimiento de bloques geopolíticos regionales, son elementos novedosos que podrían tener grandes efectos de contagio negativos para la economía global.
“El aumento de las tensiones geopolíticas es un factor clave de la fragmentación de la IED, ya que las corrientes de IED se concentran cada vez más entre los países que están alineados geopolíticamente. Esto es particularmente relevante para las inversiones en sectores estratégicos, como los semiconductores”, explicó.
Los ODS
Sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Novik aseveró que la inversión internacional es esencial para alcanzar los ODS y la prosperidad (brecha de financiamiento estimada globalmente solo para infraestructura es de USD 95 billones hasta 2030).
En este sentido, explicó que la IED puede contribuir a disminuir esta brecha. “La OCDE ofrece orientación de políticas integrales basadas en evidencias, instrumentos y disciplinas para ayudar a los gobiernos a mejorar su clima de inversión para lograr la tríada de:
´Más´ IED a través de la apertura y un clima atractivo para la inversión; ‘Mejor’ IED a través del conjunto de herramientas de políticas sobre calidades de la IED para mejorar la contribución positiva de la IED, y 'Segura', mediante la gestión de las implicaciones de seguridad de ciertas transacciones”.
Finalmente y para abrir el debate, formuló algunas preguntas: Qué se está haciendo en los países latinoaméricanos y en Chile, en particular, para: mantenerse atractivos a las IED (más); maximizar el impacto positivo (mejor) y manejar los potenciales riesgos (seguro)?