La Firma Electrónica Avanzada es una herramienta de uso habitual en la Universidad de Chile. Está tan extendida que los usuarios ya han rubricado más de un millón 100 mil documentos electrónicos desde que comenzó a funcionar en 2017. Ese año se firmaron cerca de mil 300 archivos digitales, mientras que en el primer semestre de 2024 ya se superó la marca de los 369 mil documentos.
“Estamos hablando de un crecimiento promedio superior al 166% interanual”, informa el ingeniero Cristian Canave, jefe del Área de Operaciones de la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información (VTI) de la Universidad de Chile. Para Canave, las herramientas desarrolladas en la VTI, como “El Firmados y El Tramitador”, son fundamentales en este crecimiento.
Ambas plataformas están integradas mediante una interfaz API a FirmaGob, el sistema de firma electrónica del Estado. Al sistema de firma central de la Universidad (Firma Core) se integran, también, las aplicaciones desarrolladas por otras unidades como la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) y el Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Estructuras y Materiales (IDIEM), el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) o las facultades de Derecho y Arquitectura.
“Es necesario recordar que los documentos firmados electrónicamente no pueden ser modificados o alterados digitalmente. Además, en concordancia con la ley otorgan principios básicos de autenticación, integridad, no repudio en origen y permiten realizar trazabilidad”, agrega Alvise Bolsi, director de Tecnologías de la VTI.
¿Qué significa esto?
Al firmar un documento con firma electrónica avanzada el archivo digital queda encriptado y no puede ser modificado. Cualquier alteración destruye el sello criptográfico e invalida la firma. Los lectores de archivos .pdf tienen incorporados sistemas que acusan un cambio en el documento.
Además, la Universidad dispone de un sistema de verificación que permite analizar y certificar la validez documental de cualquier archivo con rúbrica avanzada. “La aplicación, que está alojada en el portal Cero Papel de la Universidad de Chile, analiza las firmas electrónicas presentes en el documento. Es decir, determina que no hay modificaciones en el archivo después de que fue rubricado”, informó José Miguel Muñoz, líder del proyecto.
Por su parte, la Prorrectora de la Universidad de Chile, profesora Alejandra Mizala, señala que “la implementación de la firma electrónica y la documentación electrónica es fundamental para nuestra universidad, porque permiten realizar procesos de manera rápida y ágil sin necesidad de desplazamientos físicos. Asimismo, mejora la gestión documental facilitando la organización, búsqueda y recuperación de documentos y, muy importante, garantiza la autenticidad e integridad de los documentos, protegiendo contra falsificaciones. En definitiva, es un paso trascendental para modernizar y optimizar los trámites, mejorando la eficiencia, seguridad y sostenibilidad de nuestros procesos”.
En tanto, el vicerrector de Tecnologías de la Información, José Correa, asegura que “para la Universidad es importante que todas las personas que necesiten tramitar documentos electrónicos tengan acceso a la firma electrónica. Esto agiliza nuestros procesos y es un impulso a la transformación digital de la Universidad. El haber sobrepasado el millón de documentos firmados electrónicamente es una muestra del crecimiento exponencial que ha experimentado nuestra plataforma en los últimos años, la que ya cuenta con más de 1.600 usuarios”. Destaca también que el 90% de los usuarios utiliza la firma frecuentemente.
Utilidades
El sistema de firma electrónica ha permitido el desarrollo de otras aplicaciones como el Diploma Electrónico y los Certificados Digitales. El diploma electrónico emitido por la Universidad de Chile puede ser reconocido a lo largo de nuestro país y también en el extranjero. “Quien quisiera validarlo puede, por un lado, comprobar las firmas electrónicas a través de las plataformas de verificación disponibles, pero también, confirmar que el RUT asociado es de una persona que tiene un título de una carrera impartida por la Universidad.
El sistema de firma electrónica avanzada también permite la generación de certificados en forma automática. Es decir, un sistema computacional verifica que los datos son verdaderos, que corresponden a la persona que solicita un certificado y procede a firmarlos. Anteriormente era necesario verificar manualmente si la información correspondía y posteriormente agregar la firma. Lo anterior es particularmente útil para la entrega de certificados de matrícula, por ejemplo.