Formulario de Síntesis para la muestra intencionada:

Un instrumento eficaz para el aseguramiento continuo de la calidad

Un instrumento eficaz para el aseguramiento continuo de la calidad
El propósito de la Muestra Intencionada es que las mismas facultades o institutos puedan autoevaluar su coherencia con el modelo educativo, las políticas y reglamentos de la Universidad de Chile.
El propósito de la Muestra Intencionada es que las mismas facultades o institutos puedan autoevaluar su coherencia con el modelo educativo, las políticas y reglamentos de la Universidad de Chile.

El propósito de la Muestra Intencionada, instrumento que aplicará la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) el primer semestre de 2025, es que las mismas facultades o institutos puedan autoevaluar su coherencia con el modelo educativo, las políticas y reglamentos de la Universidad de Chile. Cecilia Dooner, subdirectora de aseguramiento de la calidad del Departamento de Pregrado, cuenta que actualmente la Vicerrectoría de Asuntos Académicos está recibiendo los Formularios de Muestra Intencionada y sistematizando la información para avanzar en un análisis en torno a las políticas de la universidad y el modelo educativo “en términos de los cuatro focos de evaluación planteados por la CNA: perfil de egreso y plan de estudio; procesos y resultados de enseñanza-aprendizaje; cuerpo docente; y recursos operativos y económicos para la formación”, indica. Han recibido “más de 300 formularios, correspondientes a la información aportada por cada uno de nuestros programas de pregrado, postgrado y espacialidades médicas y odontológicas. Se trata, por lo tanto, de un gran volumen de información que será muy útil, no solo para preparar la evaluación de la muestra intencionada de programas, sino también para alimentar propuestas de mejoramiento interno”, asegura. Paralelamente, la Vicerrectoría está enviando un Formulario de Síntesis a ser respondido ya no por cada uno de los programas formativos, sino por las facultades e institutos. 

 

Sergio Villanueva, subdirector de postgrado y postítulo, explica que “el Formulario de Síntesis es un instrumento que permite a cada una de las facultades e institutos evaluar cuán alineados se encuentran los programas de estudio -de pre y postgrado- que imparte con los propósitos y las políticas institucionales, así como también apreciar las diferencias en el grado de desarrollo que han alcanzado dichos programas entre sí”. Respecto a la relación que tiene con el formulario anterior que trabajaron las unidades académicas, sostiene que “de la misma manera en que el Formulario para la Muestra Intencionada se enfoca en conocer cómo se aplican los procesos y la normativa de la universidad en cada carrera o programa, el Formulario de Síntesis permite una visión global de lo mismo, pero en este caso a nivel de facultad o instituto. Ello posibilita diagnosticar fortalezas y debilidades que son comunes a varios programas de estudio, de modo de poder implementar acciones generales que consoliden tales fortalezas o solucionen las debilidades detectadas”. Y no solamente el autodiagnóstico de la facultad o instituto está en juego, sino también la transferencia de buenas prácticas dentro de la misma unidad académica ”uno podría esperar también que la transferencia de buenas prácticas, desde los programas con mayor desarrollo a otros con menor desarrollo, dentro de una misma unidad académica, contribuya efectivamente a equilibrar y mejorar globalmente la oferta formativa de la facultad o instituto”.

Ya son quince las unidades académicas que han entregado el Formulario de Muestra intencionada, con todos sus programas de pre y postgrado; además, cinco de ellas ya desarrollaron el Formulario de Síntesis. Tras entregar esta visión de facultad, la Vicerrectoría de Asuntos Académicos se reunirá con las unidades “para entregar una retroalimentación y sugerencias respecto de la necesidad de recabar más evidencias o sobre determinadas áreas que sea necesario reforzar o fortalecer en relación con estos cuatro focos de evaluación. De este modo, se podrán impulsar o activar medidas o acciones que, desarrolladas en conjunto, nos permitan seguir mejorando la formación y la experiencia universitaria que ofrecemos a nuestros estudiantes”, sostiene Cecilia Dooner. Sergio Villanueva complementa: “Una vez que en la Vicerrectoría de Asuntos Académicos hayamos analizado los Formularios de Síntesis entregados por las facultades e institutos, contactaremos a las autoridades responsables de los programas de estudios en cada unidad académica -decanas/os, directoras/os académicas/os y directoras/os de pre y postgrado, preferentemente- para entregarles nuestra visión sobre el quehacer formativo de la unidad, principalmente en lo que dice relación con la implementación de mecanismos institucionales transversales y a la equivalencia en el grado de desarrollo que se observa entre los programas de estudios que imparte la facultad o instituto. Esta retroalimentación debería dar paso a acciones acordadas entre la Vicerrectoría y la unidad académica, que nos permitan abordar -de manera conjunta y coordinada- la superación de las brechas que se hayan detectado”. Añade: “Visto desde una perspectiva más amplia, esto es un gran paso en el mejoramiento continuo  de nuestra labor formativa, lo que a su vez es una parte central de la cultura de calidad propia de la Universidad de Chile”.