Desde 2018, Gabriela González Fajardo ha liderado un esfuerzo para visibilizar la dramaturgia femenina en Chile. A través del proyecto Dramaturgas Chilenas, que fundó junto a Isabel Sapiaín y la también periodista Uchile Daniella Girardi, ha creado una plataforma que rescata obras teatrales escritas por mujeres.
En 2020, en plena pandemia, el equipo inició además un podcast como espacio de análisis y difusión, dando nueva vida a textos que muchas veces desaparecen tras sus puestas en escena. “Nos animamos a hacerlo porque muchas obras se desvanecen después de su estreno o sus temporadas. Queríamos comentarlas, discutirlas, pero sobre todo difundirlas”, explica Gabriela.
Según un catastro realizado por el equipo, solo el 17,7% de las 734 obras pesquisadas de 121 dramaturgas chilenas han sido editadas, siendo en su mayoría gracias a la autogestión. “La dramaturgia se edita poco, por eso nos pareció importante volver a poner estos textos a disposición. Muchas veces, luego de que las obras llegan a escena se vuelven inaccesibles. Con este proyecto queremos cambiar eso”.
Como muestra de lo invisibilizado que está el trabajo de las escritoras nacionales de teatro, Gabriela explica: “Nunca una dramaturga ha recibido el Premio Nacional de Artes. Ni siquiera Isidora Aguirre que es la escritora de teatro más visible de nuestra historia. Y eso que vivió casi cien años, es decir, hubo tiempo para premiarla”.
En la segunda temporada del podcast, en 2021, se buscó activamente incorporar voces de regiones, muchas veces aún menos visibles por razones geográficas. Esta investigación derivó en el libro “Escribir desde el borde: Antología de dramaturgas regionales” (Ediciones Oxímoron), que fue financiado por el Fondo del Fomento del Libro y la Lectura, convocatoria 2023 y que fue presentado el pasado 22 de noviembre en el Festival Lápiz de Mina 2024 (este sábado 30 también lo hará en Valdivia y el 6 de diciembre en la Feria Internacional del Libro de Valparaíso).
Otro pilar importante del proyecto es su enfoque en lo sonoro como medio de divulgación. Gabriela destaca las ventajas del formato podcast, como su accesibilidad y facilidad de producción, lo que permite llegar a más personas en diferentes contextos. “Lo sonoro tiene esa magia: puedes escuchar mientras haces otras cosas, sin requerir tecnología sofisticada. Desde el principio sentimos que esta era la mejor manera de dar vida a las historias de las dramaturgas chilenas”, sostiene.
González resalta la importancia del proyecto: “Este libro busca construir puentes culturales entre territorios, enriqueciendo nuestra identidad como país, así como también otorgar una visibilidad justa y amplia a estas autoras que desde hace años realizan una labor creativa. Visibilizar el trabajo de las mujeres que escriben teatro en Chile es justo y urgente”. Las autoras seleccionadas fueron Ingrid Fierro, Paulina Torres, Joanna Mellado, Dayán Guerrero, Astrid Q. Fuentealba, Carolina Jara, Claudia Hernández, Andrea Pereda, Constanza Bustos y Leyla Selman.
En palabras de González, los temas de estas obras son diversos, pero hay algunos elementos en común: relaciones afectivas rotas, lazos familiares viciados, exploraciones sobre el territorio, entre otros. “Vemos a veces cómo la ciudad se transforma en un personaje más en estas obras. No diría que todas las obras abordan temas de género, pero sí hay un cuestionamiento a ciertas imposturas sexogenéricas en relación al ser mujer en general”.
Entre sus sueños está contar con recursos estables para el proyecto, que permita buscar nuevos formatos para la divulgación del trabajo de las escritoras de teatro de Chile. También transformar el sitio web en un archivo de la dramaturgia de mujeres chilenas. Gabriela, junto su equipo, confía además en que su iniciativa inspire nuevas investigaciones, montajes y debates en el ámbito teatral.
La cuna de su vocación cultural
Para Gabriela González, su paso por la Universidad de Chile marcó el inicio de un recorrido que le permitió encontrar su verdadera vocación en el mundo cultural. Aunque llegó con ciertas dudas en el 2002 a estudiar en la ahora Facultad de Comunicación e Imagen (FCEI), la experiencia universitaria le abrió un universo de posibilidades.
La Radio Juan Gómez Millas fue uno de los espacios más significativos en su formación, convirtiéndose en un verdadero laboratorio para desarrollar habilidades que más tarde definirían su carrera. "Ahí aprendí sobre producción sonora, trabajo en equipo y gestión de proyectos. Pero, sobre todo, entendí el impacto que uno puede generar desde lo cultural", destaca.
Entre los recuerdos más valiosos de Gabriela están sus profesores, quienes marcaron profundamente su perspectiva profesional y artística. Nombres como Patricia Espinosa, David Vera-Meiggs, Raúl Rodríguez y Antonella Estévez nutrieron su interés por las narrativas artísticas, mientras que Raúl Muñoz, en los primeros años de redacción, fue clave para introducirla al rigor de la escritura. "Vengo de una familia de profesores, no de periodistas, así que todo lo relacionado con la escritura lo aprendí ahí", relata.
Gabriela complementó su formación con un diplomado en Fundamentos de la Crítica Escénica y otro en Mediación Cultural y Desarrollo de Públicos, ambos en la Universidad de Chile. Más tarde, sumó un magíster en Escritura Narrativa en la Universidad Alberto Hurtado. También ha ejercido periodismo cultural a través de plataformas como CineChile, el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile, la revista Arte en la Chile, entre otros.
También es autora del libro “Creando escena: dramaturgas chilenas contemporáneas” (Editorial Cuarto Propio, 2023), que refleja su compromiso con la preservación del patrimonio teatral femenino. Lideró además la Dirección de Comunicaciones de la Facultad de Artes y actualmente es la encargada de comunicaciones y RRSS del Departamento de Música de la Universidad de Chile.
La importancia de dejar una huella
Gabriela ofrece una perspectiva honesta y alentadora para quienes se interesen en la gestión cultural y la creación de contenido sonoro.
Si amas algo, hazlo, aunque sea difícil. En el ámbito cultural hay precariedades, pero también muchas satisfacciones profesionales. Nosotras hemos enfrentado frustraciones, como la falta de recursos, y hemos tenido que compatibilizar este trabajo con otros empleos. Sin embargo, el impacto que hemos logrado, al menos en la comunidad de escritoras de teatro, ha valido la pena. Si sienten pasión por algo, ya sea música, cine, teatro o ciencia, mi consejo es que sigan adelante, porque esos proyectos son muy necesarios hoy, donde hay cada vez menos medios de comunicación y menos espacio para el arte y la cultura en ellos”, dice Gabriela.
También destaca las oportunidades que ofrece la tecnología actual, como la posibilidad de crear contenido con herramientas simples y accesibles. "Hoy puedes hacer un podcast desde tu casa con un celular y un micrófono. La clave es encontrar lo que amas y buscar cómo hacerlo realidad, porque desde ahí surgen las ideas que realmente transforman".
Gabriela es consciente de las dificultades que enfrentan los proyectos culturales en la actualidad, pero su mensaje es claro: "El camino no es fácil, pero es profundamente satisfactorio. Aprovechen las oportunidades para construir proyectos que impacten y dejen huella".