“En diciembre de 2021 realizamos nuestro hito inaugural en Casa Central y a partir de ese momento hemos ido desarrollando estos diálogos en cada campus, siempre pensando en la co-construcción conjunta de este trabajo, que busca relevar la vida y convivencia de la comunidad Uchile”.
Con estas palabras, Leyla Hauva, coordinadora del Área de Convivencia Universitaria de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil (DIRBDE), dio inicio a los Diálogos Intergeneracionales en Juan Gómez Millas, instancia impulsada con la colaboración de las Direcciones de Asuntos Estudiantiles de las seis unidades académicas que integran el territorio, y que contó con una amplia participación del estamento funcionario, académico y estudiantil.
La actividad estuvo encabezada por la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy, quien recordó que en un “contexto donde muchas veces se busca resolver de manera individual problemas que son, en esencia, colectivos”, los Diálogos Intergeneracionales vienen a “acercar generaciones y estamentos, tendiendo puentes que fortalezcan la convivencia universitaria. En este sentido, quiero destacar que en todas sus versiones ha logrado mucho más que reunirnos: ha permitido abrir conversaciones significativas, identificar desafíos comunes y, lo más importante, imaginar soluciones colectivas para una convivencia más empática y conectada con las realidades de cada campus”.
Por su parte y en representación de JGM, el vicedecano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Ulises Cárcamo, destacó que “instancias como estas tienen mucha relevancia, no solamente por la participación sino que también por el significado que encierran, ya que estamos hablando de que la vida universitaria no solamente es estudio, ingreso y egreso, y lo demás es como una caja negra de lo que sucedió, sino que también es compartir ilusiones, vidas, intereses y demostrar posibilidades de creación, y sobre todo desarrollarnos como personas, y esa dinámica nos permite formar cierta identidad tanto grupal como individual”.
Tras los saludos de las autoridades se presentó un video donde seis integrantes de los tres estamentos del territorio JGM compartieron sus experiencias al interior de la Universidad, así como también sus diferentes puntos de vista en torno a los distintos conflictos que vive y que ha vivido el campus en los últimos años. Participación, salud mental, funas y los diferentes cambios en la infraestructura fueron los principales temas que abordaron, dando el impulso necesario para que las y los asistentes pasaran al trabajo en grupos, elemento central de la jornada. Allí funcionarios y funcionarias, estudiantes, y académicos y académicas de distintas unidades se agruparon para dialogar sobre la vida en sus territorios bajo el marco de seis dimensiones del desarrollo humano: identidad, participación, ocio y tiempo libre, entendimiento y creación, protección y cuidados, y afectos; para posteriormente terminar en una plenaria en la que cada grupo presentó una síntesis de lo conversado.
“Es un tema muy importante poder trabajar como campus y acá se pone de manifiesto. Hay interés, ha venido mucha gente de todos los estamentos y de todas las edades también, y creo que lo que se pone en diálogo es muy importante porque finalmente aparecen distintas visiones y nociones de los mismos temas. Por eso creo que el espacio es muy bueno, porque además está fuera del formato de una mesa de movilización, es otra la situación de discusión por lo que me parece súper importante”, comentó Mónica Bate, directora de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Artes.
Su par, Isolda Núñez, de la Facultad de Filosofía y Humanidades, secundó su análisis: “Me pareció una instancia muy buena. Un espacio para encontrarse con gente que no nos vemos, de otros lugares. Una instancia de escuchar esa disposición al otro y la valoración de la necesidad de la convivencia humana en estos espacios. Darnos cuenta de lo importante que es dejar de mirarnos desde los estereotipos de los lugares que representa cada estamento. Y que también permitió la muy buena experiencia de trabajo y organización colectiva de las distintas DAEs que participamos”.
Continuación y consolidación en convivencia universitaria
El camino desarrollado en esta materia responde a la reciente reestructuración de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil, la cual se concretó en abril pasado mediante la promulgación del decreto universitario que estipula, entre otras disposiciones, “la conformación de una unidad especializada en la DIRBDE que se haga cargo de (...) asesorar, proponer y apoyar a las unidades académicas en la generación y articulación de acciones que permitan potenciar una convivencia respetuosa y una comunidad cohesionada, recogiendo y compartiendo las buenas prácticas en desarrollo para avanzar transversalmente en una cultura del cuidado basada en el diálogo, el buen trato y la colaboración entre las y los integrantes de la comunidad universitaria”.
Bajo estos lineamientos, se creó el Área de Convivencia Universitaria, la que además de darle continuidad al Programa Diálogos Intergeneracionales, busca articular cuatro líneas de trabajo interrelacionadas entre sí que aborden diferentes niveles y espacios institucionales: investigación; promoción y prevención; formación y provención; y trabajo articulado tanto dentro como fuera de nuestra casa de estudios.
Para Pamela Díaz-Romero, directora de la DIRBDE, el desafío que tenemos como institución “es construir estrategias participativas que nos permitan mejorar la vida universitaria y abordar formativamente los conflictos propios de la convivencia institucional, donde tanto el Programa Diálogos Intergeneracionales, como las diferentes líneas de trabajo que estamos desarrollando buscan acompañar la formación integral y el desarrollo de competencias para una ciudadanía activa, dialogante y respetuosa. Este trabajo solo es posible en conjunto con las unidades académicas, ampliando, potenciando y compartiendo los mecanismos situados que en estas se implementan para promover una convivencia respetuosa y una comunidad cohesionada”.
Leyla Hauva, coordinadora del Área de Convivencia Universitaria, profundiza: “El trabajo en los territorios, tanto en los Diálogos Intergeneracionales, como en otras instancias, se hace fundamental para construir esa comunidad democrática, solidaria y acorde a los desafíos del siglo XXI que tanto deseamos, entendiendo, a su vez, que cada espacio tiene su propia identidad y sus propias formas de convivencia, las que debemos reconocer y respetar, para poder conversar y construir en conjunto una mejor Universidad”.
Esta jornada de Diálogos Intergeneracionales se desarrolló en la Plataforma Cultural JGM, espacio que abre sus puertas de manera constante a estos encuentros: “Es una actividad que busca facilitar el intercambio de experiencias y conocimientos entre quienes integran el campus, para colaborar en la co-construcción de una comunidad universitaria más solidaria y conectada, lo cual está plenamente alineado con el quehacer de Plataforma”, comentó Macarena Alarcón, directora subrogante de Plataforma Cultural.
Como parte final de este proceso, el equipo de investigación del Área de Convivencia Universitaria de la DIRBDE sistematizará las principales temáticas que aparecieron en las conversiones por grupo, para posteriormente entregar un Informe de Devolución y Propuestas a las seis unidades académicas que componen el campus Juan Gómez Millas.