La Prof. Nolfa Ibáñez Salgado es una destacada académica, educadora diferencial e investigadora que se desempeña como Profesora Titular en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). En 2021 se convirtió en la primera Educadora Diferencial en recibir el Premio Nacional de Ciencias de la Educación. Se ha especializado en niños con dificultades en el aprendizaje y niños/as y jóvenes del espectro autista.
Es egresada del Pedagógico de la Universidad de Chile y su continuadora legal la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de la que fue Decana de la Facultad de Filosofía y Educación (2004-2007) y Directora del programa de Doctorado en Educación (2014-2019). Además, ha sido Rectora del Liceo Experimental Manuel de Salas entre 1991-1994. En 2012 recibió el Premio Mario Leyton Soto al Mérito en Investigación, entregado por la UMCE.
El Decano Dr. Raúl Morales destacó en su presentación la impecable trayectoria de la Prof. Nolfa Ibáñez e inició la conversación consultándole acerca de su etapa escolar y universitaria. “Estudié en la Escuela 127 de Santiago, que ya no existe, y luego en el Liceo Francés que lamentablemente tampoco existe. Mi madre tenía una educación muy básica, pero tenía mucha claridad respecto de la importancia de la lectura, por ello, en mi casa siempre hubo gran cantidad de revistas. Además, ella siempre se preocupó que hiciéramos todo lo que nos interesara. Esto me permitió a mí y a mis hermanos tener experiencias en contextos muy diversos, desde el punto de vista social. Esta formación en la educación pública me hizo inclinarme por el área educacional. Siempre me interesaron los niños y en la casa de mis padres puse un jardín infantil, hecho que marcó mi futuro”, recordó la Prof. Ibáñez.
Agregó que le tocó recibir niños de distintas condiciones, por ejemplo, en movilidad y con diagnósticos complicados “y pude comprobar que todos los niños aprenden. Recuerdo en especial un pequeño que tenía problemas de desplazamiento y no tenía lenguaje, al poco tiempo de estar con nosotros, ya entraba solo a su sala. Así me di cuenta, que independiente de las características personales, todo niño es capaz de aprender si hay un entorno adecuado y una educación de calidad”, resaltó la Prof. Nolfa Ibáñez.
Posteriormente estudió Educación Diferencial en la Universidad de Chile, en el entonces Instituto Pedagógico, egresando en 1981 con una mención en trastornos del aprendizaje. Complementó su formación académica con un Magíster en Educación en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y un doctorado en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. “Cuando yo estudié la carrera de Educación Diferencial, esta tenía un enfoque médico clínico lineal. En este sentido, debo reconocer que en mis estudios de pregrado no tuve algo iluminador, muy por el contrario, ya que nosotros aprendíamos innumerables instrumentos de diagnóstico que no compartía. Yo estudié lo que en ese tiempo se llamaba trastornos del aprendizaje, pero su metodología a mí nunca me hizo sentido y empecé a explorar otras cosas. De hecho, nunca en mi vida profesional he ocupado un instrumento de los varios que aprendí en mi formación”, especificó la invitada al programa “Con Ciencias y Educación”.
En este sentido, el Dr. Morales acotó que el enfoque que se aplica está muy mal planteado lo que refleja una falla del sistema de enseñanza que consiste en homogeneizar un modelo que no es aplicable. La Prof. Ibáñez coincidió plenamente con esta afirmación agregando que, por esta razón, comenzó a crear nuevos instrumentos de evaluación. “Fue antes de egresar de la carrera cuando empecé a explorar nuevos instrumentos de evaluación enfocados más en aspectos cualitativos. En ese tiempo los niños con problemas para leer y escribir iban a escuelas especiales y en estos grupos, durante mi práctica profesional, hice mis primeras investigaciones”, añadió la educadora.
Una vez que terminó su práctica en la Escuela Especial F86, continuó trabajando en ella y realizó sus primeras investigaciones que derivaron en la elaboración de la Evaluación de Cálculo y Resolución de Problemas, así como en la línea de investigación que permitió validar la Metodología Interaccional Integrativa MII, creada por ella a principios de la década de los 80. “De esta manera, y hasta el día de hoy lo repito, la que tiene que cambiar es la escuela y no los niños, niñas y jóvenes a quienes los estamos formando como consumidores y no como ciudadanos. Las investigaciones han demostrado en el mundo que hay que cambiar la estructura de la educación como sucede en Estonia y Finlandia cuyos resultados así lo demuestran”, afirmó la Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2021.
La Prof. Nolfa Ibáñez sostuvo que este cambio estructural debe ser desde el inicio del proceso educativo, es decir, desde el jardín infantil. En este contexto, el Dr. Raúl Morales comentó que hay una falla sistemática de las políticas públicas. “Al profesor se le dice lo que debe hacer, pero no se le da libertad, después de haberse formado cinco años en la universidad, para que pueda racionalmente adecuar el nivel de conocimientos y el programa de trabajo, en relación con las características de sus alumnos”, acotó la autoridad universitaria.
“El tema de la educación en nuestro país se ha complejizado bastante, tomando en consideración los análisis de estudios comparativos a nivel mundial. Por ejemplo, en estudios de la OCDE respecto de nuestro nivel educacional, aparecemos en el último cuarto dentro de más de 60 países. Más del 60% de la población chilena son actualmente analfabetos funcionales. En este sentido, la pregunta que debemos hacernos es cómo estamos enseñando, cómo estamos formando a nuestros estudiantes y cuál es el rol que le compete al profesor que no está cumpliendo”, agregó el Prof. Raúl Morales.
La Prof. Ibáñez terminó señalando que esta situación de la educación en Chile se debe fundamentalmente a que se sigue haciendo más de lo mismo esperando resultados diferentes.
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