"Ante la guerra de exterminio que sufre el pueblo palestino. Alza tu voz contra el genocidio" es el nombre de la carta que firmaron 776 académicos y académicas de 57 universidades de países como Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Colombia, entre otros. Se trata de un esfuerzo de unidad que la Embajadora del Estado de Palestina en Chile, Vera Baboun, agradeció. "Ustedes rompieron el silencio. Su declaración es mucho más que un pronunciamiento: es un acto de resistencia intelectual, una negativa deliberada a ser cómplices de la maquinaria de la atrocidad", señaló la diplomática en el acto donde la carta de respaldo le fue entregada, que se realizó en la Sala Domeyko de la Casa Central de la U. de Chile.
El acto fue presidido por la Rectora de la Casa de Bello, Rosa Devés, quien agradeció a la Embajadora Baboun por recordar "nuestro compromiso con un pueblo que sufre a causa de políticas inhumanas que han conducido a un genocidio". "Nuestra gratitud se extiende también a quienes han liderado la declaración que nos convoca y han hecho posible este encuentro, así como a todas y todos quienes han respondido al llamado desde distintas instituciones de educación superior. Su presencia aquí y su voz son parte de una fuerza que se niega a ser indiferente ante la injusticia", señaló.
"La masacre y el genocidio que hoy vive el pueblo palestino son heridas abiertas en la conciencia de la humanidad. No es un conflicto lejano ni ajeno: es una crisis que interpela los principios más esenciales del respeto por la vida, la dignidad y la libertad, los que son cimiento de los valores de nuestra Universidad", agregó la Rectora Devés, reiterando el compromiso indeclinable que la U. de Chile tiene con los Derechos Humanos y la voluntad de "estrechar los lazos con el pueblo palestino y sus instituciones, con la convicción de que la diplomacia, el diálogo y la cooperación académica y cultural son caminos para que el derecho internacional, la justicia y la paz prevalezcan por sobre la violencia y la ocupación".
El masivo respaldo a la declaración fue organizado por el Profesor Emérito de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Patricio Aceituno; la Profesora Titular de la Facultad de Filosofía y Humanidades, María Eugenia Góngora; el Profesor Titular del Departamento de Ciencias de la Computación de la FCFM, Claudio Gutiérrez; y la Profesora Asociada del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, Mercedes López.
En representación del grupo, el profesor Aceituno agradeció a todas y todos quienes suscribieron y firmaron. "Esta carta es la culminación de una iniciativa que comenzó hace tres o cuatro meses, en un encuentro casual en un casino de la Universidad, en el que dijimos 'cómo es posible que no estemos haciendo nada, que estemos todos en silencio, solamente compartiendo noticias, hagamos algo'. Muy rápidamente empezó a crecer la iniciativa, con la ambición de juntar académicos y académicas de toda Sudamérica y por supuesto de Chile. No fue fácil, pero hicimos un trabajo de hormiga y tuvimos la colaboración muy eficaz de un grupo de estudiantes. El número lentamente fue creciendo hasta que llegamos a 776 firmantes de esta declaración que habla del horror que está ocurriendo en Palestina", señaló el profesor Aceituno.
La declaración se alza en la línea de otras iniciativas como la de 1.400 docentes universitarios de universidades de Israel, quienes firmaron un manifiesto exigiendo a sus autoridades un pronunciamiento en contra de la continuidad de la guerra, en contra del uso del hambre como un arma de guerra y en contra de los asesinatos de civiles. Luego de ello, cinco rectores de las siete universidades que hay en Israel firmaron hace 13 días un manifiesto exigiendo al gobierno que permitiera el ingreso de alimentos y medicinas a la Franja de Gaza. En este sentido, el profesor Aceituno destacó cómo se levantan voces en contra del genocidio, sumándose a las que crecen en todo el mundo.
Garantizar la justicia, la paz y la dignidad
En Gaza, hasta julio de 2025, al menos 113 palestinos han muerto por desnutrición y más de 650.000 niñas y niños están en grave riesgo de desnutrición. Adicionalmente, más de 71.500 palestinos han sido asesinados, la mitad de ellos mujeres y niños, con 150.000 heridos y más de 25.000 huérfanos. “Ser niño en Gaza es enfrentarse a la muerte en cada momento o sobrevivir con el cuerpo y el alma irreparablemente dañados. Según Médicos Sin Fronteras y la OMS, miles de niños heridos han sufrido amputaciones traumáticas, algunas de ellas realizadas sin anestesia debido al colapso del sistema médico, lo que ha dejado una generación marcada por cicatrices físicas permanentes”, agregó la embajadora.
A este devastador escenario se suma el asesinato de periodistas –240 desde octubre de 2023, incluyendo el ataque que asesinó al equipo de Al-Jazeera el pasado domingo– y el hecho de que el 100% de la población en Gaza se encuentra en riesgo de hambruna y más de 2 millones de personas padecen inseguridad alimentaria prolongada. “Los convoyes y centros de distribución de ayuda se han convertido en trampas mortales, con casi 1.000 palestinos asesinados en sus alrededores. Gaza es el lugar más hambriento del planeta. El derecho internacional es inequívoco: el uso del hambre como método de guerra es un crimen prohibido por el artículo 54 del protocolo primero adicional a los convenios de Ginebra. Sin embargo, la impunidad prevalece”, advirtió la embajadora.
“La catástrofe humanitaria en Gaza requiere un alto al fuego inmediato, acceso humanitario sin restricciones y un compromiso real para abordar las causas profundas del conflicto: la ocupación. En este contexto, la creación de un Estado Palestino independiente y soberano, basado en las fronteras de 1967, es una solución esencial para garantizar la justicia, la paz y la dignidad para el pueblo palestino, así como para ambas naciones y la región en su conjunto”, indicó la embajadora.