Un Chile para todos

Santiago, 28 de Diciembre de 2005

El próximo año se anuncia benigno en materia económica. Se habla de un crecimiento que podrá alcanzar hasta un 6%, con una inflación del orden de 3%. Asimismo, se dice que los resultados comerciales impondrán un nuevo récord, animado especialmente por los nuevos acuerdos comerciales y la propia dinámica del crecimiento. La inversión volverá a alcanzar los niveles proporcionales de hace una década, especialmente si las autoridades económicas prodigan gestos de estímulo a la movilidad de capitales. El precio del cobre se mantendrá alto y facilitará el ejercicio fiscal, mientras que el precio de la divisa deberá cuidarse adecuadamente para que no se convierta en detrimento a las exportaciones, especialmente por medio de mayores posibilidades de salida de capital. Es decir, todo se mantiene con las mejores expectativas, y eso nos mantendrá alejados de una situación regional que empeora y empieza a caer nuevamente en las viciadas políticas que nos condujeron a dramáticos problemas en el pasado.

Sin embargo, permanece como una pesada ancla al pasado la existencia de una deteriorada situación distributiva. En eso no se ha avanzado y ello camina junto con una aún deteriorada situación del empleo, especialmente respecto de los jóvenes y las mujeres. El año 2006 tiene también que ser un año de progreso en esta materia tan sensible que crea una debilidad tan profunda para Chile y su futuro. Hay que mejorar la educación y la capacitación, para que los bajos salarios no sean la coronación de un proceso franco de deterioro en la productividad del trabajo. Hay que estimular la creación de empleo, especialmente la desaparición del subempleo, lo cual tiene que ver con un diálogo productivo con el sector empresarial. Hay que favorecer el mayor gasto social, la mayor eficiencia del gasto público, y la obtención de nuevos recursos para que Chile salga de su actual situación de siglo XIX en lo social, y se ponga todo en conjunción con el siglo XXI que vivimos en lo económico y tecnológico. El mejor deseo al iniciar este 2006 es que Chile se convierta en un país para todos, con un éxito que puedan disfrutar también los más pobres, y que no exista un sentimiento nacional de división, de segregación y de significativas brechas de equidad.

Compartir:
https://uchile.cl/u10585
Copiar