Una tendencia a revertir

Santiago, 17 de Diciembre de 2003

Un analista ha señalado con mucha propiedad, que el tipo de cambio real no ha bajado respecto del nivel que observara hace unos tres años atrás. Sugería que Chile está sufriendo del síndrome holandés y que la única salida sería la de "castigar" a nuestras exportaciones de recursos naturales, para así favorecer la recuperación del valor de la divisa. La verdad es que éste no es un problema en sí mismo si es que las fluctuaciones observadas dependieran solamente de las variaciones que en el mercado reflejan las tendencias de nuestra balanza de pagos. El problema es que el comportamiento del mercado cambiario también se asocia a la tendencia deflacionaria que exhibe la economía chilena en su conjunto, y que ha llevado al Banco Central a tratar de estimular la demanda interna con una nueva baja en la tasa de interés. No cabe duda que la conducta del dólar en el mercado se ha determinado por un conjunto de factores, que incluyen al mejor precio del cobre, las buenas expectativas sobre la economía, la mayor estabilidad de las economías vecinas. Lo preocupante es que esto ocurre al mismo tiempo que se hacen recursivos los descensos en el nivel de precios, y los sistemas de letargo en el crecimiento se hacen aún visibles. Es cierto que el descenso observado por la divisa no la pone en términos reales en un nivel más bajo que su nivel histórico; pero ese nivel no era necesariamente de equilibrio, además que respondía a la búsqueda de otros niveles de rentabilidad de la industria exportadora, la cual compite ahora con otras posibilidades de inversión. El efecto del menor valor cambiario es muy negativo para el sector exportador, y con ello para el empleo y el desarrollo de proyectos con significativo impacto de futuro. Ha hecho bien el Banco Central en procurar un estímulo a la demanda que pueda revertir la tendencia deflacionaria evidenciada por los precios. Ojalá esta medida pueda también poner un piso al verdadero desplome que ha experimentado el valor del dólar con tan indeseables efectos en nuestro sector exportador, el cual requiere un escenario de mayor estabilidad para poder seguir creciendo. En cualquier caso, la señal que ha emitido el Banco Central es muy positiva, y rubrica firmemente su efectiva tarea de poner a la inflación bajo control, además preocupándose activamente de generar las condiciones para tener un crecimiento estable.

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