¿Estamos solos?

Santiago, 24 de Noviembre de 2003

Se generaliza la idea de que "estamos quedando solos en Latino América". Ciertamente, esto se relaciona con el relativo grado de descuido que nuestra diplomacia ha tenido respecto de nuestros vecinos regionales, especialmente a partir del dicho (casi oficializado) de "estar en un mal barrio". El énfasis en los logros comerciales chilenos y los exitosos tratados comerciales que se han firmado recientemente no justifican el abandonar la estrategia más fundamental en un sentido de largo plazo: valorar los alcances diplomáticos y económicos asociados a nuestra situación geográfica. A más de las muestras de arrogancia nacional, desatadas a la sombra de una débil cultura y de un menoscabado sentido estratégico, las quejas y declaraciones de muchos de nuestros vecinos tienen, más bien, que ver con su realidad interna. ¿Cómo justifican ante su ciudadanía muchos de los gobernantes declarantes el fracaso sistemático de gobiernos de distinto corte ideológico y génesis institucional?. ¿Cómo podrían excusar el estancamiento social y económico sobre la base de su inevitabilidad?. El ejemplo de Chile molesta a los discursos tradicionales que culpan a los viejos fantasmas de siempre el imperialismo, los grandes poderes capitalistas internacionales, las guerras ideológicas (que reemplazan hoy a la guerra fría), erigiendo a la vez un nuevo culpable: el neoliberalismo, que sirve así para esconder fracasos y simular, en muchos casos, la posesión de una postura doctrinaria alternativa. Así sostenido, no es la soledad de Chile sino el resultado de las justificaciones que se dan para ocultar una nueva década de fracaso y de retraso en los cambios que requieren sociedades retrasadas por décadas. Por ejemplo, la salida al mar siempre se usó en Bolivia para justificar su pobreza y el descuido frente a ella. Asimismo, otros gobernantes de facto necesitan explicar el atraso creciente de un país que fue rico, recurriendo a maniobras de ataque a Chile por su "postura" neoliberal. La respuesta no ha de ser sino mayor énfasis social, mayor unidad nacional y un mayor énfasis en avanzar rápidamente en los planes económicos chilenos.

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