Crecimiento Sustentable
Santiago, 12 de Noviembre de 2003
El panorama para la economía chilena en el futuro cercano se observa extremadamente auspicioso. La expansión de la economía mundial, en especial las mejores perspectivas en EE.UU. y Asía, alimentan la fuerza que adquiere el comercio mundial y la mejoría de los términos de intercambio para Chile. Sin duda alguna, se provoca así un escenario en que nuestra economía podrá aprovechar notablemente las ventajas que le crean los recientes tratados de libre comercio. Por todo ello, las predicciones de crecer más de un 5% el próximo año, y reducir el desempleo a alrededor de 8%, no se alejan de expectativas fundamentales en la realidad económica y comercial. Esta señal está siendo percibida por el sector privado, y se observa ya una dinámica que debe conllevar inversión y planes de desarrollo para enfrentar un escenario optimista que se refleja, entre otras cosas, en el precio de la divisa y la estabilidad macroeconómica que el país ha sabido proteger y capitalizar.
Sin duda un aspecto central en esta etapa del proceso se refiere a la sustentabilidad del crecimiento que se espera pronunciado a partir del próximo año. No basta el seguir el pulso de los términos de intercambio y esperar que no ocurra una nueva fluctuación de la economía mundial. El país debe usar este momento de expectativas positivas y mejores resultados agregados para definir cambios que permitan orientar un progreso mayor en términos de nuestra capacidad para innovar y estimular el impulso en materia de las actividades productivas que marquen el desarrollo futuro. Se trata de abordar lo que está pendiente en materia laboral, como asimismo los perfeccionamientos en materia financiera, y la necesaria modernización del Estado, programa éste que ha sido aparentemente pospuesto. La agenda pro crecimiento debe revisarse y activarse en los momentos en que el país entero espera decisiones para que el crecimiento del próximo año no sea "una golondrina que no hace verano", sino una realidad a extender en el tiempo. Para todo esto, el esfuerzo del país en materia educacional, y en investigación en ciencia y tecnología debe cambiar fundamentalmente, buscando las nuevas iniciativas que deben proveer la base indispensable para el país de la innovación y el crecimiento que esperamos legar a las nuevas generaciones. "Gobernar es educar con calidad" debe convertirse en el lema crucial para el Chile del futuro, construido con mayor equidad y un crecimiento garantizado por el esfuerzo puesto en el recurso humano.