Urgente Revisión

Santiago, 02 de julio de 2003

Se ha puesto de relieve el claro problema de diseño que caracteriza al Fondo de Crédito Solidario para estudiantes universitarios. El problema es muy simple: al establecerse el pago de dicho crédito por medio de un monto "máximo" equivalente al 5% del ingreso, el periodo de retorno debe ser muy extenso. Como al mismo tiempo, se condona el saldo insoluto a los 15 años, mientras existe un período de gracia de dos años.

Es decir, el sistema de pago un importante subsidio, más allá de aquél implícito en la tasa de interés sobre el principal. Profesionales con bajos niveles de ingreso y caracterizados por subempleo y/o desempleo cíclico, completan un escenario que marca la crisis actual del sistema. Por ello es cierto que la devolución de los montos adeudados no basta para solucionar el problema de flujo que representan las actuales demandas por crédito.

Resulta mucho más prioritario ordenar este importante tema, y su legislación y mecanismos de financiamiento, que extender el sistema de crédito vigente. Para esto último, además, se hace urgente el contar con un mecanismo de acreditación que certifique la calidad de la enseñanza que proveen las entidades de todo tipo que hoy día participan en la educación superior. El actual mecanismo de crédito debe revisarse en sus bases mismas, especialmente incorporando una explícita política de Estado en orden a combinar los sistemas de beca con distintas opciones de crédito para atender a distintas situaciones socio-económicas y prioridades de Estado. Del mismo modo, es vital ordenar el crecimiento del sistema de educación superior, entregando señales y parámetros que son de importancia en las decisiones que emprenden las personas. Profesiones saturadas y, sobretodo, formaciones de mala calidad, no han sino de redundar en fracaso laboral y en la imposibilidad de retornar el crédito que ha permitido financiar esos estudios.

El fondo de Crédito Solidario ha alcanzado una crisis que amerita revisiones fundamentales, evitando que cada año los reclamos y eventuales soluciones profundicen el núcleo generatriz de sus problemas.

La revisión debe incluir la constitución de un organismo central para terminar con la administración de Fondos aislados por parte de cada una de las universidades tradicionales. Asimismo, debe implicar la creación de una Superintendencia de educación Superior, ente independiente a cargo de regular el sistema para su sano y sostenible crecimiento.

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