Financiamiento Universitario
Santiago, 14 de mayo de 2003
El financiamiento de la educación superior ha sido un tema recurrente en los últimos años, especialmente en los días en que se manifiesta las necesidades del Fondo de Crédito Solidario. Como se ha insistido tantas veces, este sistema sufre de una crisis estructural que tiene que ver con normas de funcionamiento, como con los recursos necesarios para atender en forma suficiente a los que se considere elegibles. Todos los años presenciamos protestas estudiantiles de distinta magnitud y grado de organización, tras lo cual se define un "suplemento" que permite proseguir el curso del año académico, auque sin soluciones de fondo.
Este problema tiene que ver con equidad y acceso a la educación superior, materia que no se desliga de la necesidad de contar con una efectiva acreditación por calidad de instituciones de educación superior, y requiere de un tratamiento integral que no se ha abordado.
Pero existe la dimensión más crucial para las instituciones universitarias, que tiene que ver con el financiamiento de su investigación y creación. En esta materia la discusión no se ha abordado, y la situación actual ha llevado a resultados indeseables en cuanto al relativo abandono de investigación de importancia para el país por ausencia de recursos e inversión. Chile cuenta con un sistema universitario complejo que constituye una ventaja importante con relación la región, y que debería usarse adecuadamente para sustentar el sistema productivo y el desarrollo exportador. Son múltiples los ejemplos que hablan de la multiplicación que han logrado los recursos empleados en el pasado en cuanto a promover un sistema universitario complejo, y que predicen buenos resultados hacia el futuro de prolongarse estos esfuerzos. Por ello el fin de las negociaciones con el Banco Mundial para recursos de inversión en equipamiento mayor para la investigación y para financiar estudios de doctorado, constituye una buena noticia que podría revertir los pobres resultados observados últimamente. Esto podrá hacerse realidad mayormente en la medida en que se profundicen y amplíen los lazos entre la universidad y la empresa, observados como un factor decisivo en el caso de aquellos países que han logrado efectivamente incorporar mas conocimiento a su quehacer exportador y productivo. Pero asimismo, debe hacerse consonante con una política de Estado sobre financiamiento universitario en su sentido más integral y de futuro.