Carrousel sin Salida

Santiago, miércoles 22 de enero de 2003

El Fondo Monetario Internacional está diseñando una sofisticada financiera operación para "salvarse a sí mismo". Esencialmente, el FMI está preparando un préstamo a Argentina para que este país pueda devolver un cheque endosado de vuelta a Washington por similar equivalente en dólares. La pregunta esencial es: ¿ qué cambiará en Argentina después de esta operación?. En términos reales, poco o casi nada. Ciertamente, el despejar el tema de la deuda vencida con los organismos multilaterales permitiría a Argentina el acceder a mayor financiamiento privado para los proyectos que le permitan salir de su actual postración económica. Pero todos sabemos que la situación Argentina es mucho más profunda que un simple problema financiero, y que los problemas fiscales y políticos seguirán constituyendo una fuerte barrera a la entrada de capitales externos para la inversión. Más aún, como tampoco las agencias multilaterales, especialmente el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, estarán en condiciones de apoyar en forma sustantiva un programa de recuperación económica y de inversión, lo más probable es que la medicina que otorga el FMI no sea más que un transitorio calmante pero no un curativo convincente de la enfermedad. La flotación de la economía continuará dependiendo de mayores impuestos - incluyendo a las exportaciones - y en una mayor caída del poder adquisitivo de los trabajadores.

La operación financiera está, entonces, diseñada para que las agencias multilaterales puedan obtener de vuelta los recursos que están en débito por parte de Argentina. Se soluciona así "su" problema, pero queda como pregunta si acaso algo sucederá con el problema argentino. Curiosamente, si tratara de una deuda privada, el propio FMI alegaría que son los acreedores quienes, en las circunstancias presentes, deberían enfrentar la pérdida o la reestructuración de la deuda. Al tratarse de su propio capital, y el de las otras agencias, se ha preferido hacer funcionar este "carrousel" que no alienta siquiera una agenda de crecimiento y recuperación para un país que ha sufrido. No existe solución en esta fórmula para un país que ha sufrido el efecto de recomendaciones avaladas por los propios organismos multilaterales, como fue en su tiempo la paridad cambiaria sostenida a cualquier evento.

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