Paquete Reactivador
22 de Julio de 2002
El gobierno ha decidido llevar en adelante un paquete de medidas reactivadoras. El sector privado a considerado positivas y estimulantes, indicando también el pesar porque las mismas no hayan sido adoptadas anteriormente. En definitiva, el paquete parece reconocer en forma implícita que parte importante de la situación de aletargado crecimiento que exhibe Chile, se debe a que han existido señales consideradas negativas por los privados. En medio de una economía mundial que nos muestra los ímpetus que se habían avizorado hace algunos años, Chile elevó el costo del trabajo y acepta pasivamente una política de depreciación del peso, asimismo conllevando mensajes inadecuados hacia la inversión. También es cierto que el sector privado ha reaccionado con exageración en muchos casos, cuando denuncia como alza indiscriminada de impuestos aquellas medidas destinadas a disminuir la evasión. Es decir, ha existido de ambas partes una serie de señales y percepciones que han alterado el crecimiento y mantienen resultados preocupantes como aquellos que dicen relación con la inversión y el desempleo. Lo que efectivamente se ha hecho con las medidas en comento, es restaurar un escenario de mayores confianzas, estimulante de la alicaída inversión.
Todo el país desea que se revierta la tendencia que se observa en materia de crecimiento económico. No es eso fácil, en presencia de un mundo que crece lento y de dificultades de todo tipo para que se produzca la expansión productiva y exportadora de Chile. Los resultados de esta situación llevan a las apremiantes situaciones sociales que se derivan del alto desempleo, y que son a su vez una amenaza potencial para la estabilidad y la inversión. Por ello, el rol del Estado en materia reactivadora es de fundamental importancia: como señal y como muestra de un liderazgo en materia de actividad y formación de capital. La propia reforma del sector público sería también un mensaje en serio para que el Estado tome el liderazgo que le corresponde en materia económica, especialmente ante las presiones que despierta el medio externo y la situación latinoamericana en particular. La conducción política del gobierno y las directrices empresariales sobre materia de recuperación e inversión, son dos aspectos vitales en esta etapa. El paquete reactivador constituye una excelente iniciativa que favorece ambos desarrollos.