Necesidad del Acuerdo

19 de Junio de 2002

El debate nacional parece eludir, de alguna manera, la imperiosa necesidad de establecer acuerdos básicos que señalan el camino para obtener una franca recuperación económica. Es cierto: hay muchas prioridades sociales que necesitan atenderse, puesto que de ello depende el horizonte de largo plazo en cuanto a crecimiento e inversión. Pero es también efectivo que se ha ido deteriorando el ambiente propicio que requiere la inversión para salir del cuadro económico estrecho en que nos encontramos en el corto plazo, y frente al cual no es suficiente pensar sobre el efecto de una economía industrial más expansiva. La recuperación económica del mundo poco hará en cuanto a recuperar el dinamismo de nuestra economía si aquí siguen primando las desconfianzas y las agendas de aquellos que ven en este estado de crecimiento exiguo la justificación para abandonar "el modelo", como se plantea sin contar necesariamente con una opción viable hacia el futuro. La cuestión de las expectativas es hoy día fundamental para salir del círculo vicioso de escaso gasto-bajo crecimiento- alto desempleo –escaso gasto. En ello debe trabajar con prioridad la autoridad, superando el escenario en que todo debate sobre las prioridades termina siendo un debate sobre impuestos o restricciones a las empresas.

La reunión del Presidente Lagos con 6 destacados empresarios es una señal adecuada y bienvenida a este respecto. Se establecen así nuevas confianzas y se puede pensar en agendas de acuerdo –especialmente ante el ya olvidado pacto pro-crecimiento. El país necesita tener más información sobre este tipo de iniciativas, y recibir más resultados en cuanto a una agenda de trabajo que comprometa a los distintos sectores políticos. La conducción de los partidos sería a este respecto un liderazgo muy bienvenido, para encauzar así también la crítica ciudadana en la perspectiva de programas realistas y consonantes con los principios que respaldan al presente gobierno. Un país conducido por titulares de prensa que inducen a la desconfianza no es un país con futuro, ya que la solidez de éste depende de las propuestas, de las ideas, de la valentía para tomar decisiones. Ojalá el camino que marca el diálogo signifique decisión y compromiso con el devenir del país real que hoy se siente desorientado.

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