A Crecer con Fuerza

06 de Febrero de 2002

Abundan las estimaciones y consideraciones sobre el crecimiento de este año 2002. Se dice que este año será un poco más "difícil" que el anterior, que la situación internacional no mejorará sensiblemente y que la situación de Argentina, aunque "desacoplada", nos perjudicará marginalmente. Es cierto; existe un cúmulo de factores que inciden negativamente en nuestro potencial de expansión productiva. A los mismos hay que agregar las señales negativas que el empresariado nacional extrajo de la reforma laboral y de las propuestas varias sobre reforma tributaria. En suma, para los observadores más pesimistas, se da un escenario de alta carga negativa, y que probablemente llevará al pronosticado crecimiento de menos de 3 por ciento que se espera.

Pero también hay que mirar el "lado brillante" del problema. Por una parte, no es poca cosa decir que a pesar de todo eso la economía chilena estará entre las que tendrán mayor crecimiento en la región. Tampoco es marginal indicar que es una de las economías más estables de acuerdo a sus indicadores macroeconómicos. Ciertamente, es también una de las economías del mundo con mayor grado de confiabilidad para los inversionistas, y que tiene condiciones especiales para hacer rentable muchos proyectos, como es su alta conectividad a internet o la buena capacidad local de managenent. Por lo demás, es una economía que está cuidando su largo plazo, protegiendo los balances entre distintos grupos, enfatizando programas para aminorar la pobreza y proteger a los más desventajados. Indudablemente esto último, aunque tenga costos directos de corto plazo, crea las condiciones para mirar el futuro con confianza, especialmente en vistas a la inversión que se debe generar. Por último, se trata de un país que suscribe una agenda pro crecimiento, que debe naturalmente resultar en un acuerdo nacional a favor del optimismo, del futuro, y del convencimiento que ganaremos a la adversidad.

Nada puede detener la fuerza de los convencimientos. Este será un año muy positivo; derrotaremos muchos factores adversos; la economía mundial reflorecerá; y tendrán mucho efecto las señales poderosas de unidad en pro de la inversión y el crecimiento. Esas son ideas que nos deben llevar al descanso anual para volver con mucha mayor energía a construir el chile que merecen nuestros descendientes.

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