Default Incierto

28 de Noviembre de 2001

Hay distintas interpretaciones sobre el concepto de "default" que ha puesto de moda la presente situación argentina. Una posible consiste en anunciar que no se podrán seguir cancelando las obligaciones implícitas en la colocación de bonos de la deuda. La otra, más sutil, consiste en comunicar a los tenedores de bonos que éstos podrán ser "canjeados" por otros que pagan intereses menores. Esta última ha sido la estrategia elegida por el gobierno trasandino, aspirando con ello a un canje que efectivamente disminuye el nivel de intereses a algo que pueda pagarse sobre la base de recaudación tributaria. Un "buen negocio" como describió un analista en forma un tanto jocosa, ya que el nivel de interés ofrecido (7%) es aún superior al magro interés que el propio FED ha ido señalando como la tasa base para las operaciones del mercado financiero americano. Pero un "negocio" que ha de reconocer una significativa pérdida respecto de los valores transados originalmente (un nivel de cerca de tres veces el interés ofrecido); se trata de un "tómelo o pierda todo", que es la política implícita en la estrategia de reducción de deuda.

Pero no solamente es una pérdida que así se reconoce. El pago futuro dependerá del éxito de la estrategia de "déficit igual cero", que presume como sostenible la reducción de las pensiones, del pago de un incentivo docente y una baja de 13% en el gasto salarial del gobierno. Es decir, como si nada: una cuestión simplemente complicada y poco posible del punto de vista político, especialmente si se piensa sostenible en el largo plazo. Por otra parte, la estrategia depende del "blindaje" que continúe proveyendo el FMI y los otros organismos internacionales, que han sido severamente criticados por su generosidad con Argentina, cuando con países más pequeños han sido simplemente inexorables. Y todo ello, sin un efectivo programa económico que enfatice crecimiento y empleo.

La cuestión de la credibilidad y el riesgo está centralmente presente en la salida elegida para Argentina. Por ello sorprende la decisión de la AFJP en torno a canjear los bonos en su posesión, siguiendo así la medida adoptada por algunos Bancos. Aunque no es claro como se justifica ante accionistas e imponentes una decisión sujeta a tal riesgo, es también posible que no haya ninguna otra salida posible, y que ahora sólo reste esperar que los tenedores internacionales muestren similar amor al riesgo.

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