La crítica fácil

04 de Julio de 2001

Es profusa en nuestro medio la cultura de la crítica fácil, entendida como el cuestionamiento hacia la autoridad sin que medie una propuesta específica. Son usualmente aquellos mismos que tuvieron la oportunidad de otorgar satisfacción a los involucrados, y que han perdido el poder en medio de ácidos cuestionamientos, quienes recurren a la tradicional mala memoria de todos para representar una "falta de acción" y una cierta "depresión generalizada"; con ello también argumentan que ahora sí se les necesitaría de vuelta. Se trata del oportunismo en su forma más patente, revistiendo la forma de un ataque poco sutil en medio de afirmaciones generalistas, sin ideas o proposiciones sobre la "necesidad de acción". Y es justamente eso lo que resultaría más necesario en instituciones o realidades bajo el efecto de pasadas acciones que hipotecaron el futuro, el mismo que los críticos "ácidos" reclaman no se estaría abordando propiamente. Fundamentada en una politiquería fácil y poco atractiva, ésta crítica tiene lugar por medio versos sugestivos y ácidamente escritos, pero carentes de conceptos destinados a hacerse responsable por el peso de las acciones históricas o por proponer caminos de salida.

En los días del "pensar positivo", es importante que se levanten dos preguntas fundamentales frente a esta crítica "ácida". Primero ¿cuál es la responsabilidad de cada uno frente a la historia heredada, especialmente en cuanto ésta compromete el futuro de la realidad que se pretende criticar?. Segundo: ¿cuál es efectivamente el plantea miento alternativo, la propuesta positiva, y qué respaldo tiene ello en la historia misma de los individuos críticos? Naturalmente, es bueno que exista la crítica. Pero también es crucial que exista la responsabilidad, especialmente para mirar al pasado como determinante del presente y del futuro. Nadie debe ser llamado a error en una materia tan fundamental como mirar la historia y el presente, ya que los hechos son indesmentibles ante el examen de quienes quieran efectivamente abordarlos. Pero, más allá, en los días de una política poco trascendental, es imprescindible exigir propuestas e ideas, no sólo críticas que más bien que construir están dirigidas a capitalizar en base a envenenar los debates.

Compartir:
https://uchile.cl/u5759
Copiar