¡Los Dorados Sesenta!

09 de Mayo de 2001

Todas las generaciones siempre parecen sufrir de una especie de nostalgia sobre los tiempos idos, recuerdos que invaden nuestras sensaciones y alcanzan hasta las ideas de futuro. En estos días, por ejemplo, parece haber una crecida nostalgia sobre los sesenta, representada en una sólida tendencia retro en varios estilos, desde el vestir hasta el mobiliario hogareño. Tampoco lo es que la música de los sesenta haya recobrado una presencia inusitada, llevando, por ejemplo, a una radioemisora que la hace exclusiva, al primer lugar de sintonía. Pero, más allá parece haber una cierta nostalgia respecto de lo que se planteó, se elaboró y con relación a los modos y estrategias de la política en los sesenta. Una década en que había más propuestas, en que existía mayor debate, en que las orientaciones del liderazgo se basaban en ideas, y en que cundía, quizá como hoy, un profundo sentimiento de decepción y de expectativas incumplidas.

El país ha experimentado un cambio de proporciones, como también lo ha hecho el mundo. Atrás están los años de la guerra fría, y hay claramente una oportunidad para Chile, tras todas las incertidumbres presentes y negativas fluctuaciones temporales. Sin duda, de los sesenta se debe extraer la lección positiva que se refiere a la profunda creatividad de su juventud, quizá como producto de las oportunidades que se le brindaban entonces y que hoy día, desafortunadamente, no están presentes. También se debe extraer una lección con relación al necesario liderazgo que en el debate y las ideas debe provenir de la política, hoy día tan ligada a mundos menormente valorados. Del mismo modo se debe mirar como enseñanza la necesidad de diálogo -cuestión inherente a la presencia de ideas, y no sólo eslóganes-, que permite mirar siempre todo como procesos en que prima el deseo de entendimiento, no de enfrentamiento. Las lecciones de los dorados sesenta no deben mirarse sólo como asomos de nostalgia; habrá que mirarlas como una fuente de inspiración para crear el mundo de oportunidades, de propuestas y de ideas que pueden abrir espacios a nuestra juventud para indicarles un futuro, en cuya búsqueda deben trabajar con ahínco sincero y profundo compromiso con Chile.

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