Una Crisis Abordable
10 de Enero de 2001
Existe una discusión respecto del problema de financiamiento de los estudios superiores. No cabe ninguna duda que el Fondo de Crédito Solidario se encuentra en aguda crisis. No se trata de una crisis que esté causada por el aumento de los aranceles durante este año, lo cual no explica el significativo aumento de solicitudes de crédito que prevalecerá. Tampoco se debe al hecho circunstancial de que las condiciones económicas globales han llevado a una reducción del ingreso familiar y a una mayor demanda por recursos de crédito. Se trata más bien de una crisis estructural. Primero, porque en el pasado se han validado por medio del otorgamiento de crédito fiscal todas las expansiones en matrícula y aranceles que en forma sustantiva experimentó el sistema tradicional en los últimos años. Segundo, porque las mejoras ocurridas en la educación municipalizada y particular subvencionada están llevando cada vez a un mayor número de estudiantes provenientes de capas medias a las universidades tradicionales. Debido a esto, el aumento de la demanda por crédito -no satisfecha debido a que los límites de ingreso para otorgar crédito atentan contra la clase media- son un resultado de los cambios que todavía en forma preliminar manifiesta el esfuerzo por mejorar la calidad y la equidad. Tercero, porque las reglas del Fondo de Crédito Solidario deben revisarse integralmente, incluyendo el castigo implícito que existe para las instituciones que rescatan más crédito, la penalización que sufren las carreras técnicas, la administración absolutamente desvinculada, etc.
La crisis del Fondo de Crédito es claramente estructural, y las soluciones deben pasar por la reelaboración de las reglas y el establecimiento de nuevas fuentes adicionales de financiamiento. No existe en esta materia acusación alguna contra ninguna autoridad, ya que se trata de un problema de país que no hemos sabido abordar en base a una propuesta sostenible. Y no es posible que ésta sea una discusión estacional, que existe a comienzos de año y continúa con un conflicto estudiantil, al cabo del cual aparecen recursos adicionales que dejan las sensaciones de improvisación e insatisfacción acumulada. Se trata de un tema abordable, y es preciso que ello se haga rápidamente, para así avanzar en el compromiso existente n orden a que ningún joven capaz quede fuera del sistema por falta de dinero.