Anuncio esperanzador
03 de Mayo de 2000
El Presidente de la República anunció hace algunos días que durante su Administración se duplicarán los recursos destinados a investigación científica y tecnológica. Decisión bienvenida, puesto que es la única forma efectiva de apoyar el desarrollo productivo y exportador que Chile debe sobrellevar como proceso inherente al crecimiento que se espera. Tal decisión indica una visión que esperamos sea compartida para poder darle al país la posibilidad cierta de días mejores en lo económico y social.
Hay tres condiciones para que esa expansión del gasto en investigación de excelencia y efectivamente innovativa. Nada sacaríamos con premiar investigación de segunda clase, repetitiva, de escaso aporte al conocimiento que se necesita para el mañana productivo, no para la realidad de hoy ni la de ayer. En segundo lugar, se requiere que esta actividad vaya acompañada por una expansión de los estudios doctorales, que es donde nacen las nuevas ideas, y en torno a los cuales el mundo científico nacional se conecta con su medio externo relevante. Es sabido que Chile presenta un serio déficit de científicos para su proyecto de expansión productiva y económica, y que el mismo puede convertirse en un factor inhibidor de la buena investigación que se necesita. En tercer lugar, se debe privilegiar la investigación con sentido de país, aquella que retrate mejor nuestras prioridades nacionales, ya que la escasez relativa de recursos obliga a privilegiar lo que es más indispensable. La vinculación de la investigación con la empresa es un mecanismo que debe reforzarse intensamente para conseguir que las ideas estén cerca de los problemas reales de nuestro país y de su desarrollo.
En anuncio comentado es esperanzador. No sólo para las universidades complejas y los institutos de investigación, sino para el país en su conjunto, que puede empezar acercar a la realidad el sueño de la segunda etapa exportadora, en que el conocimiento se incorpora triunfalmente a la producción y a las exportaciones.