Menos ministerios, más eficacia.
26 de Enero de 2000
En estos días se discute la necesidad de refundir un número de ministerios, para así poder ahorrar recursos públicos y hacer más eficiente la gestión. Resulta una propuesta no sólo sensata, sino que altamente bienvenida por parte de todos quienes se consideran críticos de la tradicional lentitud con que el sector público reacciona frente a condiciones cambiantes y opera para tomar decisiones. No cabe ninguna duda que, a pesar de las restricciones políticas que ello plantee, se trata de un crucial avance para introducir más eficacia y para poder escuchar mejor la voz de la gente. Indudablemente, en cuanto a esto último, el Gobierno necesita una reingeniería importante, para poder llevar la esfera de las decisiones a escuchar más directamente al ciudadano. Parece ser que la insatisfacción reinante en cuanto a la política y al gobierno, radica en la escasa oportunidad que las personas tienen en cuanto a que sus problemas sean escuchados y atendidos.
La iniciativa del Presidente electo es importante y bienvenida. Llama la atención, sin embargo, que ella no haya sido producto del trabajo de modernización del Estado, que viene teniendo lugar desde hace algunos años. Parece ser que se había venido prestando atención principalmente a la necesidad de obtener mayor eficiencia de la actual estructura prevaleciente en el Estado, sin priorizar el cambio en dichas estructuras. La iniciativa que se ha planteado refleja, entonces, un aspecto básico para todo el proceso de modernización del Estado que debe continuar bajo esta nueva administración: más allá de las recetas técnicas y de los estudios de procesos, debe primar decisión y liderazgo político, con clara noción de los objetivos de fondo que se persigan. Se trata de un buen principio, ya que la decisión debe ser seguida del estudio técnico apropiado sólo luego de existir claras orientaciones en cuanto al principio que se desea fortalecer e instaurar. Así, la modernización del Estado debe contar con parámetros básicos dictaminados por el objetivo político de hacer más eficaz la gestión y acercar la misma al interés de la gente, instaurados por medio de un claro liderazgo y compromiso de mejoría integral.