Distribución y unidad nacional
12 de Enero de 2001
Desde el punto de vista social y político, una distribución extremadamente desigual provoca inestabilidad y conduce a la existencia de dos realidades incompatibles con la definición de metas para un país integrado. La diferencia de 17 veces entre pobres y ricos que prevalece entre nosotros, contrasta con aquella sustancialmente menor en países recientemente industrializados.
Otra cosa es cómo lograr una situación más equitativa. Sabido es que en Chile la brecha distributiva era de alrededor de 11 veces en la década del sesenta, y que la misma se ha expandido en la medida en que han ocurrido ajustes estructurales que han redefinido el papel de distintos sectores y ámbitos productivos. Pero no se trata de volver atrás en cuanto a un sistema económico que resultaría hoy en día completamente contradictorio no sólo con la realidad global, sino también con las propias necesidades y los importantes sacrificios emprendidos por nuestro país. Se trata, más bien, de enfocar el tema distributivo en el contexto de una nueva realidad económica.
El tema distributivo debe enfrentarse con educación, capacitación y salud, además de investigación que eleve la productividad de las industrias más intensivas en mano de obra. La necesidad de este salto en materia programática se ha de reflejar, ni más ni menos, en la mayor integración del país en términos de sus objetivos globales. Para que el país exitoso sea de todos, y que todos tengan la oportunidad de contribuir al progreso nacional.
El gran desafío para las próximas administraciones de gobierno se encuentra precisamente en este tema. Aquí es donde se precisa claridad de concepto en torno a prioridad de país, y claridad de políticas en torno a como lograr el objetivo de mayor equidad sin sacrificar los que alientan el crecimiento y la inversión. precisamente, la clave está n llevar a cabo aquellas políticas que promuevan mejoras distributivas y que, con ello, se pueda incentivar mayor ahorro, inversión y crecimiento. Es una materia de voluntad y de compromiso nacional que debiera unirnos fuertemente.