Esperanzas de una Flotación

08 de Septiembre de 1999

La Flotación del dólar constituye un instrumento altamente incidente en la perspectiva de una más rápida recuperación de la economía chilena. La experiencia de mediados de los años ochenta, por ejemplo, indica que el tipo de cambio puede convertirse en un poderoso estímulo para conseguir un crecimiento orientado a las exportaciones. Sin lugar a dudas, es éste el único camino posible para recuperar los niveles de actividad de nuestra alicaída economía, recuperando también los niveles de empleo que permitan superar la angustiosa situación de muchos chilenos. El Banco Central ha procedido de manera conveniente y cauta, dando indicaciones de la voluntad de permitir una expansión que Chile necesita con urgencia. Pero hay algunas condiciones que deben cuidarse para que la política que se menciona se lleve a cabo con total efectividad. Por una parte, desde una perspectiva macroeconómica, es necesario que sea efectivamente compatible con la meta inflacionaria instaurada. Esta puede ser un cinturón que apriete en forma significativa la perspectiva de expansión, especialmente si el gasto recupera una dinámica importante y deben volver a instaurarse tasas de interés de ajuste. Por ello, lo que suceda en el frente fiscal no es de menor importancia, especialmente considerando los múltiples compromisos que en muchas áreas tiene el sector público para aumentar el impacto social y la efectividad de su quehacer.

Un segundo requisito, sin embargo, se refiere a las condiciones que deben ofrecerse a las empresas envueltas en un eventual despegue exportador. Ellas necesitan crédito, no siempre accesible por su tamaño y falta de antecedentes en el mercado financiero; las medidas destinadas a fortalecer el apoyo de la CORFO y del Banco del Estado, son imprescindibles en esta materia. Un tercer requisito consiste en la necesidad de acceder, por parte del sector que se pretende impulsar con esta política, a investigación científica de base, y a la tecnología que le permita efectivamente competir en el mercado externo. Ya no se puede seguir compitiendo, como lo hicimos en la década del ochenta, con producción de relativamente bajo valor agregado. El éxito económico de Chile depende mas que nunca del desarrollo de una empresa moderna, que incorpore en las ventaja verdadera que asegure crecimiento sostenible. El apoyo de las universidades, como centros de creación de conocimiento de alta complejidad, y del SERCOTEC, como organismo difusor y de apoyo, debe potenciarse en forma significativa para que la flotación ejerza un efecto de largo plazo que Chile debe buscar.

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