Paliativos del Desempleo
18 de Agosto de 1999
La presente situación de desempleo constituye la mas grave repercusión de la recesión económica que nos viene afectando desde hace meses. Es evidente que ella lleva aparejada una inevitable deterioro en el aspecto social, y que se proyectará en el tiempo debido a que la desocupación constituye una situación que reduce la probabilidad de empleo futuro para las personas. Por ello, estas situaciones deben preverse adecuadamente, lo que n nuestro caso no sucedió debido a que la autoridad en un principio se resistió a la posibilidad de una tan fuerte consecuencia de la recesión. Por otra parte, tampoco prevaleció el adecuado liderazgo para sacar adelante una ley que habría permitido minimizar el impacto negativo en lo social que trae la mayor desocupación. El entusiasta empeño en reducir la inflación ha incidido en el presente escenario, al ocurrir ello en forma conjunta con una grave recesión internacional, provocando un perjuicio severo con proyecciones política inevitables.
El uso de fondos fiscales para "promover el empleo" constituye un objetivo loable, aunque es probable que en las actuales condiciones resulte algo tardío. La economía está empezando a recuperarse y los planes de promoción de empleo fueron ya anunciados anteriormente, esperándose sus efectos en el mediano y largo plazo. La iniciativa anunciada ayer tiene mas un carácter de paliativo social, destinado a subsidiar a los desocupados para que enfrenten en mejor forma la transición por tan difícil período. Anunciarlo como un "Plan de Empleo" conlleva el riesgo de inducir mayor participación en la fuerza laboral y generar expectativas inapropiadas. Además, estos programas no se improvisan, ya que, al establecer a un desocupado como objetivo, pasa por una serie de problemas operativos y definicionales que requieren preparación y adecuada infraestructura en las municipalidades mas. Por lo demás, el uso de recursos fiscales para paliar el desempleo debe explicitar en forma muy clara los mecanismos a utilizarse, sus costos y la exacta dimensión temporal durante el que las iniciativas tendrán vigencia. Debido a que el desempleo irá descendiendo lentamente, y probablemente crecerá frente a los programas instaurados como resultado de las presiones de oferta, la cuestión del costo y del tiempo de permanencia no es menor, especialmente porque ello implica que los programas que se generen deben hacerse sostenibles durante el próximo año. Tal y como todos esperamos que esta situación de alto desempleo pase pronto, también deseamos que las propuestas se centren menos en el aspecto comunicacional, y más en el campo operativo real durante lo que resta de este año y el próximo.