Riesgos Para una Recuperación

16 de Junio de 1999

Hemos llegado a aceptar casi como una verdad irrefutable la ocurrencia de una recuperación sostenida de la economía mundial a partir de este año, pero fundamentalmente del próximo. Pero existen riesgos que deben entrar con mucha claridad en la evaluación de las perspectivas económicas globales. Así lo ha mencionado con bastante claridad el reciente informe de PECC, cuando se pronostica un crecimiento promedio para este año y el próximo que es el triple del bajo nivel observado en 1998. Probablemente, cuatro son los riesgos que deben mencionarse con mayor énfasis, para determinar su probable efecto n los retrocesos o paralizaciones que experimente la recuperación. El primero se refiere a las posibilidades, no descartadas a pesar de los compromisos políticos prevalecientes, de una devaluación en China, que conduciría a una seguidilla de depreciaciones cambiarias con profundos efectos reales y financieros. Segundo, la posibilidad cierta de que las bajas tasas de interés prevalecientes en Japón lleven a un significativo flujo de capitales que profundice la caída del yen y el virtual conflicto con occidente, particularmente los EE.UU. Tercero, no es menos probable que se produzca una corrección de precios en los EE.UU. en forma consonante con la hipótesis de una importante "burbuja financiera", reflejada en el comportamiento reciente del mercado accionario. Finalmente, existe la posibilidad, revelada por las acciones y declaraciones de líderes políticos en Europa y EE.UU., de una vuelta a esquemas proteccionistas, justificados por los ánimos envueltos en la situación política de los países. Todos estos riesgos son de importancia potencial y deben ser evaluados y monitoreados cuidadosamente. No es pesimismo el introducir el análisis de riesgo que es importante tener en cuenta para evaluar con cuidado nuestras proyecciones y las decisiones de políticas económicas que se les asocian. El informe del PECC lanza una voz de alerta que es necesario considerar cuidadosamente para no tropezar dos veces con la misma piedra.